La locutora argentina Viviana, brillante y lenguaraz, juzguen ustedes en qué orden, considera que el Omicron se llama Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud. Reconozco que hay ocasiones en que yo también lo he pensado. 

Viviana cree que los seres humanos merecemos extinguirnos, por lo aborregados que estamos tras el Covid. Le veo un poco extremista pero donde se comporta como un ser moderado es que cuando se opone a los Fernandez con bozal con niños obligados a llevar bozal, ahí no se pasa: se queda corta.

El Gobierno español está cayendo en el ridículo más espantoso. Observen a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, con sus colegas del eurogrupo. Al parecer son menos aprensivos que ella.

calviño sin mascarilla

Y así, en una sociedad de borregos, habrá que prestar más atención a las ovejas negras. 

Reparen en estas otras dos viñetas: la primera, un tanto olorosa, pero sin duda acertada. La segunda, esa de que la medicina ha avanzado tanto que ya nadie está sano. Lo que me evoca aquella sentencia de Voltaire: la medicina es el arte de entretener al enfermo hasta que el organismo haga su efecto.

Organismo es sinónimo, a estos efectos, de sistema inmunitario.

¡Que nos quiten el bozal! Si no nos lo quitan, quitémonoslo.