Suma y sigue. Ahora los coptos-ortodoxos, la confesión cristiana más extendida en Egipto, que además constituía una de las claves para el ecumenismo del orbe cristiano, han dicho basta: rompen su diálogo con la Iglesia Católica.

No entienden que Roma permita bendecir a las parejas homosexuales. Bueno, a los homosexuales en pareja. El Papa Francisco insiste en que resultan hipócritas las críticas porque él no ha autorizado la bendición de la pareja gay sino de los miembros de la pareja, a título individual, por decirlo así, pero el caso es que las parejas homosexuales siguen viniendo a ser bendecidos en los templos... en pareja. Por lo que es evidente que el equívoco sigue vigente. 

La verdad es que resultaría sencillo, y útil, que el Papa diera marcha atrás. utilizando una razón relevante: el no escandalizar a la grey. A fin de cuentas, como el mismo Tucho Fernández asegura no se ha cambiado la doctrina ni un ápice. Entonces, bien puede suprimirse Fiducia Supplicans.