Emmanuel Abayisenga
El superior provincial de los Misioneros Montfortianos, el padre Olivier Maire, ha sido asesinado este lunes 9 de agosto en la localidad francesa de Vendée. La noticia se hacía pública después de que el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, mostrase sus condolencias “a los católicos de nuestro país tras el dramático asesinato de un sacerdote”, en referencia a Olivier Maire, de 60 años, recoge Religión en Libertad.
Algunos medios franceses han informado de que el presunto asesino de origen ruandés, Emmanuel Abayisenga, había sido acogido por el propio sacerdote en la comunidad Saint-Lauren-sur-Sèvre antes y después de ser acusado del incendio de la catedral de Nantes el 18 de junio de 2020, de la que era sacristán voluntario.
Abayisenga fue el único detenido tras el incendio provocado en la catedral de Nantes en junio de 2020. Tras varios meses en la cárcel y otros más en un hospital psiquiátrico, Abayisenga recibió una medida judicial que lo dejó en libertad bajo vigilancia de los tribunales franceses, a la espera de su juicio por el incidente en el templo de Nantes del año pasado. El sitio de residencia fue fijado nada menos que en la comunidad de los Hermanos Misioneros Montfortains. El desenlace fue la muerte del padre Maire, añade La Razón.
Según destacaban ayer los medios locales, el móvil terrorista de este ataque está de momento descartado por las autoridades y el hecho se investiga como «homicidio voluntario»
Según destacaban ayer los medios locales, el móvil terrorista de este ataque está de momento descartado por las autoridades y el hecho se investiga como «homicidio voluntario».
Por supuesto, las acusaciones contra el Estado francés por fallos del sistema judicial no se han hecho esperar. Que un expresidiario con problemas mentales haya sido liberado por un juez y hospedado en un recinto religioso se mira ahora como la muestra inequívoca de un Estado ineficiente, añade La Razón.
Los rivales políticos del presidente francés, Emmanuel Macron, no han tardado en atacarlo ferozmente ante esta sucesión de hechos que terminó con el asesinato de un religioso. Marine Le Pen acusó al ministro del Interior, Gérald Darmanin, de permitir los crímenes de los que se acusa al ruandés. En un fuerte tuit, la futura candidata presidencial fustigó al Gobierno: «En Francia, entonces, podemos ser ilegales, quemar la catedral de Nantes, nunca ser expulsados y reincidir asesinando a un sacerdote. Lo que está sucediendo en nuestro país es de una gravedad sin precedentes: es la completa quiebra del Estado y de Gérald Darmanin». El ministro, a su vez, contestó con otro tuit condenando la falta de compasión de Le Pen y tildándola de «indigna», recoge La Razón.