En cualquier caso, prepárense para dar la vida por la eucaristía
No tengo muy claros los pormenores de la profanación eucarística perpetrada en cierta provincia española del norte de España dos semanas atrás. Y no lo tengo claro por ese silencio, en mi opinión peligroso, al que las autoridades eclesiásticas propenden cuando se trata de hechos sacrílegos. Prefieren disfrazarlos como robos comunes: no, no eran satánicos, eran chorizos, parecen gritar desde los obispados.
Plantear que los autores de todo sacrilegio son ladrones y no satánicos no creo que ayude mucho. Y además, suele ser mentira... y la jerarquía eclesiástica debe decir siempre la verdad. Al menos, eso tengo entendido.
El Enemigo actúa con total impunidad contra el Santísimo... por la cobardía de los católicos
Al parecer, dos hombres entraron en el templo, donde sí había fieles (por cierto, el Santísimo nunca debe quedarse solo), al menos quien lo relata. Descerrajaron el Sagrario y se llevaron las formas consagradas, es deci,r al mismo Cristo, sin que nadie se lo impidiera.
Si un extraño entra en mi casa y pretende arrebatarme lo más querido, por ejemplo a los míos, ¿no hago nada por evitarlo?
A día de hoy, lo principal es evitar la profanación y, después, evitar la supresión misma del sacrificio eucarístico
La batalla eucarística es la clave del futuro. Y si hay que dar la vida para defender al Santísimo, a quien nos la ha dado, pues se da. La cobardía no es una virtud, es cualquier virtud sometida a prueba, decía Clive Lewis. Una virtud cobarde no es virtud.
Son tiempos de profanación y, además, el que no cree que en el Sagrario está Dios, mejor que se borre del listado de católicos. Aunque vaya a misa no deja de ser un apóstata.
Plantear que los autores de todo sacrilegio son ladrones, no satánicos, no creo que ayude mucho. Y además, suele ser mentira
Lo principal, a día de hoy, es evitar la profanación eucarística, que siempre empieza por la desacralización de la misma, verdadero signo de nuestro tiempo, del siglo XXI y, después, evitar la supresión misma del sacrificio eucarístico, que será la señal de que ha llegado el fin de ciclo.
Hay que prepararse, lo dicen todos los profetas de hoy -sí, hoy también hay profetas- y basta con abrir los ojos y no cerrarlos a lo que no queremos ver, para darnos cuenta de que la profanación y los ataques contra templos y sagrarios se han disparado, al menos en España... y mucho me temo que no constituimos una excepción en Europa. Al tiempo, el satanismo se dispara en progresión geométrica... y este es un fenómeno mucho más peligroso que cualquier otro.
Cuando alguien ataca al Santísimo se puede, y se debe, rezar y reparar, pero, cuando se trata de evitarlo, también se considera de lo más cristiano arrearle una buena bofetada, la conocida como 'santa bofetada'
Y por cierto, para ateos o agnósticos convencidos de que la profanación eucarística es una cuestión meramente religiosa, tengo una pésima noticia: la Iglesia vive de Eucaristía... y el mundo también. Si la Eucaristía se termina -que no se terminará nunca-, entonces sí que vendrá el fin del mundo... pero pueden invertir los términos de la ecuación.
En cualquier caso, prepárense para dar la vida por la ucaristía. Porque, como en esa ciudad del norte, el enemigo actúa con total impunidad ante la cobardía de los católicos. Cuando alguien ataca al Santísimo se puede, y se debe, rezar y reparar, pero, si se trata de evitarlo, también se considera de lo más cristiano arrearle una buena bofetada, la conocida como 'santa bofetada'.