En EEUU, la administración de Joe Biden acaba de dar 5 millones de dólares de los contribuyentes a un programa de las Naciones Unidas que proporciona medicamentos y dispositivos abortivos a mujeres de todo el mundo, informa C-Fam.

El Departamento de Estado de EEUU anunció el nuevo financiamiento para el programa de suministros del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

La subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, elogió el programa por «empoderar a las mujeres y las niñas, incluso mediante la promoción de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, los avances en los derechos humanos, la igualdad de género y la salud mundial».

UNFPA Supplies proporciona suministros para la atención de la salud materna y anticonceptivos en países afectados por emergencias humanitarias. Sin embargo, también trabaja con grupos de aborto para distribuir medicamentos y dispositivos abortivos no esenciales que destruyen la vida a mujeres y niñas vulnerables, dijo Rebecca Oas, Ph.D., directora de investigación de C-Fam.

«Ninguna administración estadounidense anterior ha financiado UNFPA Supplies, cuyos principales contribuyentes incluyen la Fundación Gates y países europeos ricos», dijo Oas.

«Ninguna administración estadounidense anterior ha financiado UNFPA Supplies (abortista), cuyos principales contribuyentes incluyen la Fundación Gates y países europeos ricos», dijo Oas

UNFPA Supplies trabaja con la Federación Internacional de Planificación de la Familia y MSI Reproductive Choices (anteriormente Marie Stopes International), dos de los grupos de aborto más grandes del mundo, según C-Fam. El programa incluso se jactó de expandir los abortos en su informe anual, señaló Oas.

Entre los productos de salud materna que distribuye el fondo se encuentran un dispositivo de aborto portátil llamado kits de aspiración manual por vacío (MVA) y los medicamentos inductores del aborto misoprostol y mifepristona, ambos por separado y en un paquete combinado. Los MVA son un dispositivo que utiliza la succión para evacuar el útero, y se utilizan con frecuencia en los abortos prematuros. La droga mifepristona se conoce comúnmente como RU-486 o la «píldora abortiva». El misoprostol tiene otros usos además del aborto, originalmente se usó para tratar úlceras gástricas y se ha usado para tratar y prevenir el sangrado posparto, pero la mifepristona no tiene otra razón para su inclusión como intervención de salud materna excepto para inducir abortos, explica C-Fam.

Bajo Donald Trump, la Federación Internacional de Planificación de la Familia fue desfinanciada por alrededor de 100 millones de dólares y la cadena de abortos con sede en Gran Bretaña MSI Reproductive Choices perdió alrededor de 73 millones en dólares de impuestos estadounidenses.

Sólo estos dos grupos abortan a millones de bebés por nacer cada año. Ambos grupos de abortos también se han enfrentado a numerosos escándalos, que incluyen denuncias de abortos forzados, abortos fallidos que mataron a madres y a sus bebés por nacer, ventas de partes del cuerpo de bebés abortados y no denunciar el abuso sexual de menores.

Una encuesta de enero encontró que una gran mayoría de estadounidenses, incluida la mayoría de demócratas, no quiere que el dinero de sus impuestos financie abortos en el extranjero. Según la encuesta, el 77 por ciento se opone al uso del dinero de los impuestos para apoyar el aborto en otros países, incluido el 55 por ciento de los demócratas y el 64 por ciento de los estadounidenses a favor del derecho a decidir, concluye C-Fam.