Tras las dos entregas de Padre no hay más que uno, Santiago Segura vuelve al cine familiar con una comedia locuela, de humor blanquísimo, ideal para todos los públicos.

Perder un tren supone todo un disgusto pero, más aún, si los niños que han dejado a tu cargo viajan solos, sin que un adulto les cuide. Eso le sucede a Ricardo, un padre hipocondriaco, cuando le acompaña Felipe, un abuelo caótico que la “lía”. Ambos emprenderán una disparatada persecución para llegar a Asturias antes que los pequeños.

Película de contenido fresco y simpático  auna dos tramas divertidas:  la que viven los pequeños con sus travesuras en el tren, donde se siente privilegiados por comer y beber lo que les viene en gana, hasta la surrealista aventura en la que se ven inmersos los dos adultos y un adolescente para “pillarles” en alguna estación antes de que ocurra nada malo. En guión esto se traduce en una historia bien dosificada, en tiempo y ritmo, para que ambas tramas, que corren paralelas, tengan el mismo peso.

Inspirada libremente en una película francesa inédita todavía debido a la pandemia,  la adaptación del guión, al humor de nuestro país, ha corrido a cargo del propio Segura y de Marta González de la Vega, que repiten escribiendo a cuatro manos tras el indudable éxito de taquilla de las dos entregas de Padre no hay más que uno.  

 De reparto coral, entre las niñas destaca la actuación de Luna Fulgencio y Sirena Segura, y entre los más adultos, al trabajo de los populares Leo Harlem, Paz Vega y el propio Segura, se incorpora un graciosísimo Diego Garcia- Arroba “El Cejas”, que interpreta “al colgao” de la comedia, con una actuación que no tiene desperdicio. La mencionada Marta González de la Vega también se ha reservado un papelito corto pero gracioso.

Como en otras películas de Segura hay cameos de famosos, y, para redondearlo, el Principado de Asturias se convierte en un personaje más, en un proyecto de patrocinio de esa comunidad del Norte de España.

Para: los que quieran ir al cine con los menores de la casa y les gustó el humor de Padre no hay más que uno.