Los españoles perciben más negativamente -aún- la evolución económica actual y la de los próximos meses.
Javier Vallés, director de la Oficina Económica del Gobierno, afirmaba que la recuperación será lenta y que se creará poco empleo; al mismo tiempo, el presidente del Gobierno decía lo contrario y atisbaba un cambio de tendencia en la tasa del paro. Lo que está claro es que los datos de desempleo del mes de octubre ofrecidos por el INEM han venido a dar la razón a Vallés, en detrimento del líder del Ejecutivo.
Ante esta situación, en la que hasta los miembros del Gobierno se contradicen, no es de extrañar que la confianza del consumidor siga cayendo en España. Los últimos datos que ofrece el Instituto de Crédito Oficial (ICO) es que la percepción sobre la evolución económica actual ha caído en 5,7 puntos con respecto al mes de septiembre.
Las peores perspectivas son las de la economía española, el empleo y la economía del hogar. Ciertamente son datos preocupantes cuando entre quienes dirigen la economía no se ponen de acuerdo a la hora de analizar el camino que ésta está tomando, o si los datos del Euribor hacen presagiar una subida de tipos que encarezcan aún más las hipotecas.
Al menos, como consuelo siempre nos quedará el optimismo de José Luis Rodríguez Zapatero que ofrecerá la cara más alegre y nos permitirá alegrar las penas, pues mañana siempre será mejor que el hoy.
Juan María Piñero
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