El último número de la revista interna de UGT arremete duramente contra el Papa y la Iglesia. ¿Los tópicos? Los de siempre: las supuestas riquezas, la condena del preservativo y su supuesto alejamiento de los más necesitados. "El infierno está en la Tierra gracias a una Iglesia alejada de los necesitados". Un cúmulo de desinformaciones, estereotipos y censura ligera impropia de un sindicato que aspira a representar a todos los trabajadores, creyentes o no. Sección ‘Nos interesa' de la revista interna de junio del sindicato hermano del PSOE, UGT. La sección está coordinada por Javier Olivares, un editorialista que además publica sus viñetas en el diario ‘Público'. El artículo se titula "Los nuevos pecados de la Iglesia" y repasa las supuestas novedades en materia moral. Olivares comienza señalando de que de niño -educado en colegio religioso, reconoce- el Papa le parecía una especie de superhéroe "sólo que con túnica en vez de capa". Alguien tipo ‘Supermán' del que Olivares ha llegado a organizar exposiciones. "El paso del tiempo ha fecundado el descreimiento y la historia ha convertido el superhéroe en un actor disfrazado". ¿Qué le parece reprochable de la historia de la Iglesia? ¿Quizás la fundación de monasterios? ¿La transmisión de la cultura? ¿El sostén de los valores morales? No. Olivares se refiere a "el papel de la Iglesia durante la segunda guerra mundial y el franquismo". ¿Le molesta que el Papa condenara el nazismo antes que nadie?, ¿le inquieta que el Papa refugiara judíos como un ‘Schlinder' no reconocido? Y sobre el franquismo: ¿tenía la Iglesia que aplaudir la quema de conventos y el asesinato de obispos, curas y monjas?, ¿le molesta que España fuera durante el franquismo el país con más sacerdotes detenidos del mundo occidental? Regresemos a los ‘pecados modernos'. Olivares aplaude que el Papa mencione la necesidad de preservar el medio ambiente. ¿Novedad? Sin embargo, añade que "podría ser igual de moderno con el tema de las células madre destinada a mejorar la salud de los ciudadanos, creyentes o no". Primero: las células madre embrionarias no han curado a nadie, pero sí han logrado arruinar a quien apostó por ellas amén de lograr despilfarrar millones de euros de dinero público. Segundo: ¿es lícito, moral y moderno lograr una supuesta curación a costa de otro ser humano? ¿No habíamos abandonado la esclavitud hace algunos años? ¿Bendecimos como ‘moderno' el tráfico de órganos? El editorial de UGT no se queda en las células madre. "Y recordar cuando la Iglesia, en tiempos muy lejanos, consideraba métodos quirúrgicos, ahora normales, como pecaminosos". ¿Sí? ¿Cuándo? Si la Iglesia fue pionera en construir hospitales. Si la Iglesia incentivó el estudio de la medicina y de la maravilla del cuerpo humano. La demagogia Olivares continúa con lo de las riquezas. "Ahora es pecado ser rico; lo dice alguien cuya ostentación le hace vestir de Prada". Siempre ha sido pecado no comprender que los bienes de la tierra tienen un destino universal. La Doctrina Social de la Iglesia siempre ha defendido que el derecho de la propiedad debe complementarse con una ‘hipoteca social'. Lo de Prada, sin comentario… La revista de UGT no se olvida del preservativo y acusa a la Iglesia de promover el SIDA y "una natalidad inabordable en el tercer mundo, que provoca hambruna y desigualdad universal". Ya tenemos al culpable del hambre en el mundo: la Iglesia. Quizás porque es la única que es capaz de enterrarse entre los pobres de los pobres. Pero resulta sencillo, barato y hasta rentable hacer demagogia. "Respecto a que es pecado consumir drogas, podemos estar o no de acuerdo. Pero que se aplique el cuento, porque tonterías así sólo se dicen cuando uno se ha tomado una sustancia extraña". UGT en vanguardia de colaboración con la Fundación de Ayuda a la Drogadicción. Y vueltas al insulto fácil, grosero, chabacano, cutre. Olivares termina su ‘apología' antirreligiosa afirmando una supuesta disputa inexistente. En su opinión, Benedicto XVI afirma lo que Juan Pablo II negaba: la existencia del infierno. ¿Dónde ha estudiado Teología? "Ya sabíamos que el infierno existe; está en la Tierra y es gracias, entre otros, a una Iglesia alejada de los necesitados y cercana al boato". Ya lo tenemos. La Iglesia es la culpable de que esta vida sea un infierno. Porque la Iglesia no tiene mensaje de salvación y además siempre ha abandonado a los más necesitados. Por eso ha montado -y monta- dispensarios, hospitales, colegios, escuelas de oficios, Caritas. "Siempre alejada de los necesitados y cercana al boato". Tanto boato que los obispos son ‘mileuristas'. Como Olivares. ¿Es así como UGT practica la neutralidad religiosa? ¿De verdad que UGT pretende representar a trabajadores creyentes y no creyentes? Luis Losada Pescador losadapescador@telefonica.net