¿Es éste el mejor momento para que el Banco Central Europeo (BCE), baje el precio del dinero?

Desde luego, la obstinación del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet en subir tipos durante los dos últimos años ha resultado nefasta para las familias españolas, las más endeudadas de toda Europa, pero ahora no sólo afrontamos un problema de deuda, sino de recesión económica producida por dos fenómenos: especulación y apalancamiento excesivo. Dicho de otro modo, nos hemos acostumbrado a vivir con dinero ajeno, endeudados hasta las cejas zapateriles, y ahora resulta que no tenemos para pagar la deuda ni tenemos -y esto es lo grave- capacidad para solicitar más créditos e invertir, ni podemos hacerlo con fondos propios.

En definitiva, para reactivar la economía en este momento no creo que el sistema más apropiado consiste en reducir tipos sino en fomentar el mercado primario y la emisión de renta fija privada, así como el crédito público.

El jueves, El Economista publicaba una información interesante, por la que ya hemos abogado en Hispanidad reiteradamente: ¿Por qué ofrecer dinero público a los bancos para que éstos ofrezcan liquidez a las empresas? ¿No es más directo ofrecer el dinero público, directamente, a la economía real a través del ICO? Y si este necesita puntos de venta por la geografía española que haga como con la línea PYME y otros productos: utilizar las sucursales bancarias como distribuidores, que no prestamistas, de créditos a las empresas, especialmente a las PYMES?

De otra manera, es muy probable que sean las grandes empresas las beneficiarias del plan de rescate.

No, a lo mejor no es ese el momento de bajar el precio del dinero en Europa. A lo mejor es el momento, precisamente, de que volvamos a asumir la sensación de riesgo, y de empezar a fusionar con fondos propios, con emisiones de deuda privada y, si esto no funcionara, con los mercados parados, con financiación pública sin intermediarios bancarios.

Todo ello con el inevitable apoyo de la inversión pública directa, naturalmente. El problema de los gobiernos europeos es que se han empeñado en salvar a los verdugos y no a las víctimas, a los banqueros, no a las familias y a las empresas.

Y también es el momento, con la inflación controlada, de cambiar cuotas sociales por IVA para mejorar la contratación de empleo. Porque ya metidos en crisis, del BCE no podemos esperar grandes cosas. Hace un año sí, ahora no.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com