Artur Mas quiere un espectro lo más amplio posible mientras Rosa Díez se prepara para vender cara su entrada en el Asamblea madrileña

 

Los ideales son tan firmes como versátiles, al menos para algunos. Lo cierto es que el rumor corre por Cataluña: Josep Piqué, ex ministro de Industria Aznar y actual presidente de Vueling, podría negarse en un futuro Gobierno Artur Mas en la Generalitat. Llegó del comunismo hasta el nacionalismo burgués, luego se convirtió en el canciller más patriótico que ha tenido la política exterior española y ahora vuelve la burguesía. No está mal.

Por otra parte, el ex secretario general de Comisiones Obreras, Fidalgo, baraja convertirse en la estrella de UPyD, es decir, de Rosa Díez, a la Asamblea madrileña, porque la ex socialista soberanista vasca se ha convertido en ídolo de la derecha que clama por la unidad de España, una derecha, por cierto, bastante pagana (la esencia de UPyD es el laicismo, Fernando Savater dixit) y abortera.

Díez aspira a convertirse en la bisagra en Madrid, no se sabe si a favor del PP o del PSOE, pero imponiendo su presencia, naturalmente.
Miriam Prat
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