Sr. Director:
La investigación Valores sociales y drogas 2010, pone de relieve una realidad palpable: nuestra sociedad está abandonando una serie de valores como el respeto a la vida desde el mismo momento de su concepción o la existencia de un concepto de familia que esté arraigada en unos principios y en unas convicciones, sustituyéndolos por otros de menos calado.

 

Así las cosas, es tarea de todos -desde las instituciones públicas y privadas, pasando por los centros educativos y la familia-, promover un rearme ético sin sucedáneos que nos haga una sociedad más sana a partir de unos principios más sólidos que sean impermeables a ciertos discursos políticos y movimientos sociales más cercanos al relativismo. Prueba inequívoca de esto es la reciente Ley del Aborto con dos meses en vigor y que es el mejor exponente de esta corriente del todo vale eximiendo al sujeto de toda responsabilidad.

Llega el momento de reflexionar y de plantearse si éste es el modelo de sociedad en el que queremos vivir. Porque lo cierto es que una sociedad sin valores es una sociedad sin futuro,  en tanto en cuanto al estar despojada de convicciones y principios la convierte en más vulnerable.

No nos podemos permitir ese lujo, menos ahora, en tiempos de crisis y en el comienzo de un nuevo curso escolar que demandan las mayores exigencias por parte de todos.

Jesús Domingo Martínez