Cuando hablamos de Inversión Socialmente Responsable, hablamos de la incorporación de criterios éticos, sociales y ambientales al proceso de toma de decisiones de inversión, que sirven de complemento a los tradicionales criterios financieros de liquidez, rentabilidad y riesgo.

En España, esta herramienta que algunos consideran fundamental para la transformación social, avanza de forma continua y rápida. El mercado ha crecido un 10% entre 2015 y 2017 hasta alcanzar los 185.614 millones de euros, según el informe ‘La inversión sostenible y responsable en España” publicado por Spainsif, plataforma de encuentro en ISR creada en España hace ahora nueve años.

La Comisión Ética del Sabadell, desde hace casi ya veinte años, se ocupa de identificar y estudiar proyectos susceptibles de una contribución económica

Este crecimiento se ha visto reflejado de manera especial en el sector financiero que, según los expertos, se ha convertido en agente clave para su promoción con mayores posibilidades de actuación, con un mayor impacto potencial y mayor capacidad contribuir al desarrollo social. 

En este sentido, el Banco Sabadell trabaja desde hace años para mejorar las condiciones de vida de los colectivos más desfavorecidos “con fórmulas que contribuyen a alinear la actividad financiera con la responsabilidad social a través de los productos Sabadell Urquijo Banca Privada”, aseguran desde el banco, y dentro de su iniciativa para revertir recursos a la sociedad.

“Muestra de ello”, explican, “es la existencia de un segmento especifico de Instituciones Religiosas que brinda a nuestros clientes una atención global, más personalizada y asesoramiento cualificados mediante gestores especializados en la relación con las instituciones”.

La Comisión Ética del Sabadell, desde hace casi ya veinte años, se ocupa de identificar y estudiar anualmente los proyectos a los que les puede resultar más conveniente una contribución económica, tanto con aplicación en el ámbito nacional como en el internacional

“Sabadell Urquijo Banca Privada ha entregado este año los recursos económicos procedentes del 32% de la comisión de gestión del fondo ético y solidario, Sabadell BS Inversión Ética y Solidaria FI, que promueve con los mismos criterios éticos de inversión, y que este año se ha dedicado a 29 proyectos humanitarios”, señalan fuentes de la entidad.

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Entre ellos destaca el proyecto del Banco de Alimentos de Huelva que con la aportación del Sabadell podrá adquirir nuevas estanterías para su almacén, su primera máquina enfardadora y además, habilitar la conexión informática de su sede central con el almacén.

El Banco de Alimentos de Huelva es una organización benéfica sin ánimo de lucro que tiene como principal finalidad la consecución gratuita de alimentos de toda clase para su donación y distribución posterior a unas 80 entidades benéficas de toda la provincia. En cifras, atiende a día a hoy a unas 16.000 personas.

También Manos Unidas ha sido receptora de parte de los recursos del fondo ético y solidario Sabadell BS Inversión Ética y Solidaria FI. En concreto, los fondos se han destinado al proyecto de dotación de agua potable para niños y familias vulnerables en Isla Tortuga (Haití), con el que colabora la ONG.

También está entre esos 29 proyectos la Fundación Emilio Sánchez Vicario, escuela de tenis en silla de ruedas en el Hospital Nacional de Tetrapléjicos de Toledo, que arrancó en enero de 2012 y por la que han pasado más de 500 tenistas, unos 75 al año, según los responsables de la Fundación.

Sabadell viene desarrollando desde hace años su Proyecto Ético y Solidario basado en la cesión de parte de las comisiones de gestión de sus instituciones de inversión colectiva

El banco señala que las iniciativas elegidas para destinar los donativos están enfocadas, en su mayoría, a cubrir riesgos de exclusión social, necesidades básicas sanitarias y alimentación de diversos colectivos y a mejorar las condiciones de vida de personas con discapacidad.

Sabadell Urquijo Banca Privada viene desarrollando desde hace años su Proyecto Ético y Solidario, basado en la cesión de una parte de las comisiones de gestión de sus instituciones de inversión colectiva. A lo largo de su recorrido, se han visto beneficiadas directamente más de 37.300 personas, pertenecientes a 15 grupos de acción social y humanitaria, desde infraestructuras de primera necesidad, infancia, colectivos desprotegidos, enfermos, reclusos… “La ayuda del Proyecto alcanza a personas y lugares de cuatro continentes y más de 17 países, concretándose en aportaciones económicas que, sólo en las dos últimas ediciones, han sumado más de 650.000 euros”.