Hay muchas enfermedades que cursan con demencia, pero lo común que tienen todas ellas es que el afectado pierde facultades mentales fruto de un daño cerebral, y que deriva en el largo plazo en una incapacidad para la vida independiente. Las personas van necesitando ayuda en las tareas sencillas del día a día, como por ejemplo a la hora de vestirse, de asearse, o incluso de comer; lo que no siempre es fácil de gestionar.

“Algunos afectados de demencia puede ser personas muy dóciles y amables; mientras que otros pueden ser demandantes, e incluso agresivos. Esto incluso teniendo el mismo diagnóstico”, afirma Mirko Alavena, neurólogo de Quirónsalud Torrevieja.

Así, lo habitual en el Alzheimer (enfermedad neurodegenerativa más común y cuyo principal síntoma es la falta de memoria) es que los pacientes nieguen la afectación de la memoria, si bien cometen errores, extravían cosas, llegando a culpar a sus cuidadores, tal y como afirma el experto. “A veces también pueden salir de casa y deambular sin rumbo. Son muy vulnerables a engaños malintencionados. También pueden involucrarse en accidentes domésticos o errores de medicación”, subraya.

En la demencia de cuerpos de Lewy, las alucinaciones pueden ser muy preocupantes, pero la afectación de la memoria no es tan marcada como en el Alzheimer

Recuerda el doctor Alavena que en estos pacientes inicialmente se afecta la memoria a corto plazo, pero con el tiempo se van deteriorando otras funciones del pensamiento tales como el lenguaje, el razonamiento, o por ejemplo la manipulación de objetos, entre otros.

Las demencias frontotemporal y de cuerpos de Lewy

En el caso de la demencia frontotemporal (cuyos signos principales son conductas inadecuadas y/o pérdida progresiva del lenguaje), el especialista dice que se puede dar el caso de personas capaces de refutar y de argumentar con información correcta, pero cuya conducta es totalmente inadecuada y a veces incluso peligrosa. “Hay casos en los que llegan a hacer estragos con su patrimonio antes de que se sospeche que tienen un problema”, advierte el neurólogo de Quirónsalud Torrevieja.

Mientras, en la demencia de cuerpos de Lewy, este neurólogo señala que las alucinaciones pueden ser muy preocupantes, y sostiene que la afectación de la memoria no es tan marcada como en el Alzheimer, si bien sí se ve afectado el lenguaje y el raciocinio de la persona. “Se trata de una demencia que puede ocasionar alteraciones en el movimiento, en el pensamiento, en las condutas de la persona, y donde las alucinaciones visuales son frecuentes desde el principio”, remarca el doctor Alavena.

Las enfermedades neurodegenerativas sólo se pueden verificar mediante la observación del tejido cerebral al microscopio, “lo cual no es posible en vida sin lesionar al paciente”

En este trastorno remarca que hay fluctuaciones que confunden a los cuidadores, pues pueden intercalar días de aparente lucidez con otros de clara desorientación. “También suelen asociar trastornos del sueño, al punto de dormir durante el día, y estar agitados por la noche. Es común, igualmente, que tengan problemas de equilibrio, y que sufran caídas”, subraya este neurólogo. A su vez, menciona que están la demencia vascular, que es causada por infartos y/o hemorragias que destruyen regiones cerebrales dispersas, y pueden tener síntomas muy variados que generalmente evolucionan de forma escalonada.

Establecer rutinas y planificación

Con ello, este experto aporta los siguientes consejos para el cuidado en el día a día de las personas con demencia, ya sea al inicio de la enfermedad, como si se trata de estadíos más avanzados de la misma:

  1. El cariño en el trato y la paciencia son fundamentales porque muchas veces estas personas no son conscientes de sus actitudes o de lo que están haciendo.
  2. Informar a la persona de lo que se va a hacer, anticipar paso a paso las actividades a realizar, mientras le ayuda a bañarse o a vestirse es interesante de cara a una mejor aceptación y colaboración por parte del enfermo con demencia.
  3. Planificar aquellas actividades con las que éste disfruta e intentar hacerlas siempre a la misma hora, y todos los días a ser posible.
  4. Establecer rutinas y horarios, ayuda a la persona a estar más orientada, como por ejemplo bañarse o comer siempre a la misma hora.
  5. Aquí es importante que cuando la persona se esté vistiendo o bañando se le deba permitir su tiempo para poder hacer todo lo que pueda por ella misma.
  6. Es aconsejable igualmente en estos casos proporcionar al enfermo ropa holgada, de manera que él sea capaz de ponérsela en muchas ocasiones, o hacerlo con apenas dificultad.
  7. En el caso de las duchas llega un momento en el que es idóneo el empleo de las sillas de ducha, para poder sostener a la persona y evitar que se caiga.
  8. Cuando comen se les debe facilitar todo el tiempo que ellos precisen, así como la independencia que precisen; comer igualmente siempre en el mismo sitio, y si éste es familiar, es positivo de cara al cuidado de la persona con demencia.

Causas de los diferentes tipos de demencia

En último lugar, Mirko Alavena, neurólogo de Quirónsalud Torrevieja, recuerda que la causa más común de las demencias es la neurodegenerativa, y reconoce que a día de hoy se conoce que en éstas hay depósitos de proteínas anormales, que intoxican y destruyen las neuronas, si bien aún no está claro el origen o desencadenante.

La siguiente causa más común es la vascular, prosigue Alavena, y apunta que estaría relacionada con infartos o con hemorragias cerebrales, fruto de una acumulación progresiva de lesiones en los vasos sanguíneos. “Pueden estar relacionadas con factores de riesgo vascular tratables (tensión, colesterol, diabetes, fumar), pero hay también otros factores no modificables”, agrega.

Hay muchas enfermedades que cursan con demencia, pero lo común que tienen todas ellas es que el afectado pierde facultades mentales fruto de un daño cerebral, y que deriva en el largo plazo en una incapacidad para la vida independiente

Con todo ello, recuerda que un cuadro de demencia se puede diagnosticar con una entrevista breve al paciente; y en los casos incipientes, o en las personas con deterioro cognitivo leve, se requiere a veces una evaluación más completa de las funciones cognitivas: “Una vez confirmado el deterioro cognitivo, se solicita pruebas de imagen (TC, RMN), así como una analítica para descartar lesiones tales como tumores, hemorragias, infartos, déficits vitamínicos, alteraciones metabólicas, o infecciones”.

En este sentido, mantiene que las enfermedades neurodegenerativas sólo se pueden verificar mediante la observación del tejido cerebral al microscopio, “lo cual no es posible en vida sin lesionar al paciente”. Eso sí, en la actualidad, resalta que existen pruebas de medicina nuclear (SPECT y PET) y de estudio del líquido cefalorraquídeo (punción lumbar) que pueden detectar tanto la pérdida de actividad en diversas zonas del cerebro, como el depósito de algunas proteínas anormales en este. “Mediante estas pruebas se puede tener una mayor certeza al momento de dar un diagnóstico de enfermedad neurodegenerativa”, concluye Alavena.