En un mundo en el que cada vez se tiene más en cuenta la sostenibilidad y se han hecho diversos esfuerzos, aún queda tarea por hacer y las iniciativas se multiplican. Entre ellas, destacan las relacionadas con la protección de mares y montes, y como algunas dan una nueva oportunidad a los residuos, sobre todo a los plásticos.

Hace poco más de tres meses, la Comisión Europea adoptó un informe relativo a la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina (DMEM), lo que coincidió con la presentación del informe ‘Mensajes Marinos II’ de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). En ambos se reflejó la necesidad de “hacer más por la protección de mares y océanos”, según afirmó el comisario europeo de Medio Ambiente, Pesca y Océanos, Virginijus Sinkevičius, que aboga por “poner coto a la contaminación irresponsable” de los mismos. Asimismo, lamentó que “los Estados miembros de la UE no vayan a alcanzar para 2020 el buen estado medioambiental de todas sus aguas marinas a que estaban obligados” y recordó que su protección forma parte integrante del Pacto Verde Europeo.

basura océanos

Aunque las normas de la UE que regulan los productos químicos han provocado una reducción de contaminantes, ha aumentado la acumulación de plásticos y residuos químicos en la mayoría de las especies marinas. Gracias a la política pesquera común de la UE, casi todos los desembarques en el Atlántico Nororiental proceden de poblaciones sanas, pero no ocurre así en el Mediterráneo, donde se necesitan más esfuerzos. Y es que el plástico representa ya el 95% de los residuos que amenazan el fondo marino de dicho mar, según Greenpeace.

Hay, al menos, 10 veces más de plástico en el Atlántico de lo que se pensaba: unas 200 millones de toneladas

Claro que el problema no es sólo europeo, sino mundial. Hace un par de años ya había más de 100.000 toneladas de plástico flotando o formando islas de basura en el Pacífico, pero el resto de océanos y mares no se quedaba atrás y acumulaba varias decenas de miles de toneladas… y estas cifras no han parado de aumentar. De hecho, hay, al menos, 10 veces más de plástico en el Atlántico de lo que se pensaba, según un estudio de un equipo de investigadores del Centro Nacional de Oceanografía de Reino Unido: unas 200 millones de toneladas, en lugar de las 17 millones que se decían hasta ahora, pues sólo en la franja superior hay entre 12 y 21 millones. Esto se debe en gran parte, a la elevada cantidad de microplásticos (partículas de menos de un milímetro), sobre todo, de polietileno, polipropileno y poliestireno (los plásticos más comunes y más usados en elaboración de envases). Y ojo, porque el problema de los microplásticos se podría agravar con la pandemia del coronavirus, porque mascarillas y guantes ya han empezado a llegar a las aguas y pueden llegar a tardar hasta 200 años en descomponerse.

libera

Afortunadamente van surgiendo distintos proyectos que contribuyen a sensibilizar a la sociedad y a poner un granito de arena frente a este problema. Por ejemplo, está ‘LIBERA, unidos contra la basuraleza’, creado en 2017 por la ONG ambiental SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes (dedicada a la economía circular a través del reciclaje de los envases) con el objetivo de concienciar y movilizar a la población para mantener los espacios naturales liberados de basura.

En nueve días, 2.172 voluntarios ('héroes LIBERA') han recogido 4,6 toneladas de basura en 157 playas españolas

Entre el 26 de septiembre y el 4 de octubre, 2.172 voluntarios (denominados ‘héroes LIBERA’) han participado en recogidas de basura en 157 playas y costas españolas para obtener datos y plantear estrategias más eficientes. En esta cuarta edición de ‘1m2 por las playas y los mares’, el esfuerzo de los voluntarios y la aplicación móvil Marnoba (desarrollada por la Asociación Vertidos Cero y KAI Marine Services) han permitido caracterizar cerca de 20.500 residuos y retirar 4,6 toneladas de basura. Entre los residuos, los más abundantes han sido: piezas de plástico de 2,5 a 50 centímetros, colillas, piezas pequeñas de plástico (inferiores a 2,5 cm.), botellas de plástico y embalajes industriales. Además, en esta edición se han recogido alrededor de 100 mascarillas y 15 guantes.

Pero el proyecto LIBERA no se limita a limpiar playas y mares. Recientemente, junto a 12 Meses (el proyecto de comunicación social de Mediaset España), ha lanzado la campaña #StopBasuraleza. El año pasado, LIBERA movilizó a más de 30.000 voluntarios y lograron retirar 126 toneladas de basura de los entornos naturales y estudiar las características y el origen de 140.000 objetos.

plogging

Otra iniciativa interesante es el avance de la recogida de plásticos agrícolas en el campo gallego, donde hace unos años, la Consejería de Medio Ambiente de dicha región apuntaba que se producían unas 7.700 toneladas de residuos de plásticos cada año. Las granjas gallegas están cada día más concienciadas con la economía circular porque el año pasado, la empresa Sigfito recogió un total de 51.222 toneladas de envases, cartón, metal y papel, 3.415 toneladas más que en 2018.

El 'plogging' está en auge: mezcla la práctica de deporte al aire libre con la recogida de la basura que encuentren a su paso

Y también hay recogida de residuos en las calles y en la naturaleza tanto en España como fuera de nuestras fronteras, y entre las iniciativas, destaca el auge del plogging, que mezcla la práctica de deporte al aire libre con la recogida de la basura que encuentren a su paso. La inventó el sueco Erik Ahlström, quien estaba harto de ver Estocolmo salpicada por basura en 2016 cuando hacía deporte y animó a otros corredores a recogerla mientras practicaban deporte. Su nombre surge de la palabra sueca plocka upp (recoger del suelo) y la inglesa jogging (trote). Miles de personas en muchos países ya se han sumado a este movimiento y celebran distintos eventos para mantener limpias las calles, sacar el plástico de los espacios naturales y hacer que la gente se mueva.

España está entre los cinco primeros países de la UE con mayor índice de reciclado de plásticos

Sin embargo, la recogida de la basura en la naturaleza puede ser un primer paso para dar una nueva oportunidad a algunos residuos y contribuir a la concienciación de las personas y a un mundo mucho más sostenible.

Y en esto de la nueva oportunidad, conviene destacar el reciclado químico de plásticos, una novedosa y prometedora tecnología que complementa al tradicional reciclado mecánico: permite reciclar un mayor volumen de residuos plásticos y ofrece una solución para los que el reciclaje mecánico no es una opción viable o sostenible. Un tema que se trató en la segunda sesión de las Jornadas #InnovaPlásticos 2020 hace unas semanas, organizadas por la Plataforma Tecnológica y de Innovación Española de Química Sostenible (SusChem-España) y la asociación paneuropea de productores de materias primas plásticas (PlasticsEurope España). El reciclado químico ayudaría en la economía circular y es una tecnología necesaria para cumplir los ambiciosos objetivos de la Unión Europea en cuanto a tasas de plástico reciclado, pues la reutilización, el reciclaje y el uso de material reciclado son prioritarias en la Estrategia de los Plásticos de la Comisión Europea.