
En un mundo cada vez más conectado, la digitalización ha traído consigo grandes ventajas, pero también nuevos riesgos. Uno de los más preocupantes es el aumento de los fraudes online, que afectan especialmente a las personas mayores. Con más tiempo libre, mayor poder adquisitivo y, en muchos casos, menos familiaridad con las tecnologías, este colectivo se ha convertido en blanco habitual de los ciberdelincuentes. Pero ¿cómo operan estos estafadores y qué se puede hacer para evitar caer en sus trampas?
El nuevo rostro del fraude
Los fraudes ya no se limitan a llamadas sospechosas o correos mal redactados. Hoy, los estafadores utilizan técnicas cada vez más sofisticadas para suplantar la identidad de bancos, empresas o incluso familiares. Según datos recientes, los fraudes por suplantación de identidad y phishing han crecido un 35% en el último año entre personas mayores de 50 años.
Por ejemplo, un día podemos recibir una llamada de alguien que dice ser del servicio técnico de nuestro banco. Nos pide instalar una aplicación para “verificar la cuenta” cuando, en realidad, lo que les estamos permitiendo hacer es acceder a nuestros dispositivos y a nuestros ahorros. Cientos de personas han caído en trampas similares.
Formación y acompañamiento: la mejor vacuna
Por eso, entidades como CaixaBank han lanzado proyectos específicos de concienciación, como la newsletter CaixaBank Protect, donde se abordan temas relacionados con la ciberseguridad con un lenguaje claro y cercano. Además, desarrollan una intensa labor de divulgación a través de medios de comunicación, redes sociales, conferencias o las propias oficinas para facilitar el aprendizaje digital a cualquier edad.
La prevención es la mejor herramienta contra el fraude. Con información clara, acompañamiento y una buena dosis de sentido común, las personas mayores pueden navegar con seguridad en el mundo digital. Porque estar conectado no debe ser sinónimo de estar expuesto.
Entidades como CaixaBank han lanzado proyectos específicos de concienciación como la newsletter CaixaBank Protect, donde se abordan temas relacionados con la ciberseguridad con un lenguaje claro y cercano
Los fraudes más comunes (y cómo reconocerlos)
1. Estafa de las falsas inversiones
Los ciberdelincuentes se hacen pasar por brókers o gestores de inversión y contactan contigo a través de llamadas o anuncios online. Te ofrecen una inversión exclusiva con beneficios rápidos y seguros.
Cómo detectarlo:
No te precipites y sospecha de promesas irreales. Las inversiones seguras no garantizan beneficios rápidos ni extraordinarios.
2. Hijo en apuros
A través de aplicaciones como Whatsapp, una persona contacta simulando ser el hijo o familiar de la víctima, le informa de que no dispone de su teléfono y necesita una transferencia de dinero urgente bajo cualquier pretexto.
Cómo detectarlo:
Sospecha de la urgencia y contacta con tu familiar en su teléfono habitual, a pesar de que te haya dicho que se lo han robado o que no lo tiene a mano.
3. Estafas románticas
A través de redes sociales o aplicaciones de citas, el estafador establece una relación emocional con la víctima. Este proceso puede alargarse durante meses, en los que la relación se consolida de forma digital porque al estafador nunca le va bien realizar un encuentro físico. Tras ganarse su confianza, comienza a pedir dinero con excusas como problemas médicos, viajes o emergencias familiares.
Cómo detectarlo:
Desconfía de personas que no conoces en persona y que te piden dinero. Consulta con alguien de confianza antes de hacer ningún tipo de pago.
4. Falsos premios o herencias
Mensajes que anuncian que has ganado un premio o que eres beneficiario de una herencia. Para recibirlo, te piden pagar una “tasa de gestión” o facilitar tus datos bancarios.
Cómo detectarlo:
Si no participaste en ningún sorteo, no puedes haber ganado. Nunca pagues por adelantado para recibir un premio.
5. Suplantación de identidad por correo electrónico
Se llama phishing y es uno de los métodos más extendidos. El usuario recibe un correo que parece provenir de una empresa, institución o marca conocida. El mensaje suele incluir un enlace que lleva a una página falsa, que trata de imitar a la auténtica, con el objetivo de engañar para obtener datos confidenciales personales o financieros. También pueden llevarnos a hacer otras acciones como abrir o descargar archivos maliciosos.
Cómo detectarlo:
Fíjate en la dirección de email del remitente: muchas veces es sospechosa o contiene pequeñas variaciones en el dominio. Y, por supuesto, nunca introduzcas tus datos desde un enlace recibido por mensaje, ni descargues o abras ningún archivo adjunto o a través del enlace.
6. Fraude por SMS: smishing
Similar al phishing, pero a través de mensajes de texto. Pueden suplantar a una empresa, institución o marca con un mensaje insta a actuar de forma urgente. El enlace incluido lleva a una web fraudulenta.
Cómo detectarlo:
No hagas clic en enlaces de mensajes no solicitados. En caso de duda, verifica con la empresa emisora por los canales oficiales. Nunca facilites datos personales ni contraseñas, ni descargues archivos a través de los enlaces
7. Fraude telefónico (vishing)
Al igual que en el Phishing o Smishing, el estafador llama haciéndose pasar por un empleado del banco o de otras empresas, instituciones o marcas. El objetivo es que la víctima revele sus claves, datos personales o bancarios, instale software malicioso o, incluso, que la víctima haga un pago (engañada y manipulada) a petición del estafador.
Cómo detectarlo:
Nunca facilites datos personales o bancarios con terceros a través de enlaces en emails, sms o mediante llamadas telefónicas. Si tienes dudas, cuelga y llama tú al número oficial de la entidad.
La prevención es la mejor herramienta contra el fraude. Con información clara, acompañamiento y una buena dosis de sentido común, las personas mayores pueden navegar con seguridad en el mundo digital. Porque estar conectado no debe ser sinónimo de estar expuesto.
Cinco claves para no caer en la trampa:
- Desconfía de la urgencia: Los estafadores siempre tienen prisa. Si alguien te dice que debes actuar “ya” o perderás algo, detente. Verifica la información con una fuente oficial.
- Nunca compartas tus claves: Ni tu banco, ni la policía, ni ninguna empresa o institución legítima te pedirá ningún dato personal o confidencial por teléfono, sms o por email.
- Cuidado con los enlaces: Si recibes un mensaje con un enlace sospechoso, no hagas clic. Accede siempre a las webs escribiendo la dirección directamente en el navegador o a través de la app oficial.
- Verifica llamadas y correos: Si te contactan desde una entidad conocida y te piden algún dato que te haga sospechar, cuelga y llama tú al número oficial.
- Consulta con alguien de confianza: Ante la duda, habla con un familiar, amigo o incluso con tu banco. Compartir la sospecha puede evitar un disgusto.
Contenido patrocinado por: CaixaBank









