"Cuando fui a presentar la denuncia a la comisaría de San José al día siguiente, me dijeron que ya estaba en la calle"
“Aquí han entrado 15.000 inmigrantes en los últimos meses y un 35% de los delitos que se cometen son por ellos, y los números no son fascistas, son la realidad", decía Macarena Olona en un mitin en Almería, "la diferencia entre Saint Denis y Andalucía es que aquí no se ha celebrado todavía una Champions".
Y parece que Andalucía no es un caso aislado. El pasado fin de semana, en Teruel, Aragón, aumento significativo de la presencia de inmigrantes. Y un local turolense lo deja claro: "Mi amigo, que es Policía Nacional, dice que están hartos, son los mismos 15 siempre los que pegan palizas, roban... los tienen identificados, pero a las dos horas están en la calle".
Khalil, marroquí de 1,90, conocido por su violencia, sigue paseando por Zaragoza a pesar de sus mil antecedentes y de estar en situación ilegal
— Josema Vallejo (@JosemaVallejo) June 11, 2022
Está pendiente de expulsión, pero deben estar esperando que mate a alguien
Emilio, el agredido, también es conocido; pero por currante pic.twitter.com/MWkXrS2zvh
Continuando en Aragón, lo publica El Heraldo, Emilio Gareta dirige varios establecimientos en Zaragoza, entre los que se encuentra el quiosco del parque Bruil, donde un cliente le pegó una paliza porque Emilio le pidió que pagara la cuenta: "Hacía muy buena noche y calculo que habría unas 120 personas. Y lo cierto es que se lió gorda, porque este individuo llevaba una especie de pincho carcelario y se puso a lanzar todas la botellas de cristal que encontró por las mesas". Los presentes llamaron a la Policía Local y explicaron a los agentes que el agresor era un joven de rasgos árabes, atlético y de casi 1,90 de altura.
Así ha quedado Emilio Gareta, dueño de un bar en Zaragoza después de recibir una paliza de un marroqui en situación ilegal...
— Rocio (@Rocio63487097) June 11, 2022
Sigan sentados tranquilos.. pic.twitter.com/DqGHmys3ir
La policía localizó al individuo, que no dudó en volver a reaccionar de forma violenta al ver a los agentes, llegando a causar lesiones a uno de ellos. Lo detuvieron, pero, tal y como cuenta Emilio, "cuando fui a presentar la denuncia a la comisaría de San José al día siguiente, me dijeron que ya estaba en la calle. Y aunque no ha vuelto por aquí, mis compañeros me han dicho que lo vieron por un bar cercano". Según informa el medio, se trata de un inmigrante en situación irregular que tiene una orden de expulsión y varios antecedentes. Además, según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior, las insfracciones penales aumentaron un 31,4% en Zaragoza en el primer trimestre de este año, y los delitos de lesiones graves se han disparado un 115%, de los 40 registrados en 2021 a los 86 en 2022, y los robos con violencia crecieron un 113%, de 146 a 311, concluye el medio.