Al dictador venezolano Nicolás Maduro no le da vergüenza nada. Por ejemplo, ha adelantado la celebración de la Navidad y la ha comenzado con unos fuegos artificiales lanzados desde una de sus más terribles cárceles:

Y no contento con eso, tampoco le da vergüenza auto-concederse un doctorado Honoris Causa en una de las universidades del régimen, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela. Lo siguiente quizá sea que se auto-otorgue el Nobel de la Paz...

Aquí puede verse su 'graduación', aplaudido por sus fieles pelotas (claro que, si no aplauden al estilo norcoreano, igual se los llevan a la citada cárcel):   

Y todo eso, mientras sigue reprimiendo al pueblo venezolano, que además de no poder expresarse políticamente en libertad, tiene que pasar hambre y carencias en uno de los países con mayores recursos naturales del mundo...