Los ataques de Vladimir Putin contra los alrededores de centrales nucleares ucranianas tienen como objetivo acobardar a Occidente, el mismo objetivo de su diplomático jefe, Serguéi Lavrov, cuando afirma que una guerra nuclear es posible. Además, Moscú ofrece un motivo un tanto disparatado: no se puede poner a Rusia contra las cuerdas. Es decir, que no es un aviso sino una amenaza, no es una descripción sino una advertencia.

Los rusos sabían perfectamente lo que hacían cuando lanzaron misiles contra la central nuclear ucraniana de Zaporiyia y tomaban el control de Chernóbil. Quieren introducir el miedo nuclear en Europa y Estados Unidos, sabedores de que esa es una guerra, la atómica, que nadie puede ganar.

Ahora bien, el problema de un fatalista como Putin es que no sabe no apretar el botón. Putin no está dispuesto a perder la guerra de Ucrania. Si ve que puede perderla tendrá una clara tentación de inmolarse mediante un conflicto nuclear.

Y sí, aún ahora, Occidente debe ganarse a Putin. Rusia es Occidente, es civilización cristiana

Yo creo, que, a pesar de la brutalidad generada en Ucrania, Occidente debe intentar ganarse a Putin... porque Rusia es Occidente, es civilización cristiana. Lo absurdo es que ahora China, es decir, Oriente, nuestro enemigo de verdad, se convierta en el hombre bueno que pacte entre Europa y Rusia. 

Nota al margen. Causante y culpable, que creo se están confundiendo en la guerra de Ucrania... El culpable es Putin, pero el causante es Europa, que ha abandonado sus principios fundacionales, es decir, su cristianismo y necesita reencontrarse a sí misma. 

Que aprenda la UE de Polonia, a quien los eurócratas bruselinos llevan insultando desde tiempo atrás y a la que sancionan por homofobia y xenofobia. Pues bien, esa misma Polonia, y el otro gobierno cristiano que queda en Europa, Hungría, son hoy los más solidarios con los refugiados ucranianos

Deducir, como deduce Teresa Ribera, que la guerra demuestra que hay que acabar con la energía nuclear es como decir que para terminar con la violencia hay que suprimir todos los utensilios afilados

Y sí: Occidente debe ganarse a Putin. Ahora más que nunca, a pesar de la bestialidad que está perpetrando en Ucrania.

Dicho esto, deducir, como deduce la vicepresidenta Teresa Ribera, que el conflicto de Ucrania revela que hay que acabar con la energía nuclear en Europa, ahora que la necesitamos más que nunca, es como decir que para terminar con la violencia hay que suprimir todos los objetos afilados.

¿Una guerra nuclear, que sería global, es posible? Sí, es posible.