La vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, insiste en cerrar las nucleares -¡qué error, qué inmenso error!- y todo ello a pesar del impulso que está teniendo en muchos países y de su inclusión en la taxonomía verde europea: casi no emite CO2 y es un gran complemento de las renovables en la descarbonización. Pero ojo, porque Ribera también pasa de algunas cifras que conviene que la ciudadanía conozca: para sustituir cada gigavatio nuclear español se necesitan cuatro gigavatios solares fotovoltaicos o eólicos, que producen luz de forma intermitente porque dependen de las condiciones meteorológicos y a día de hoy los sistemas de almacenamiento se están empezando a desarrollar pero de forma muy incipiente.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico insiste en que se cumpla el calendario de cierre progresivo de los siete reactores españoles entre 2027 y 2035 y ahora usa el ataque a la central ucraniana de Zaporiyia como argumento. Sin embargo, en este momento en que la invasión rusa a Ucrania ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de lo necesaria que es la independencia energética, Ribera no cambia de opinión, aunque desde la Sociedad Nuclear Española (SNE), su presidente, Héctor Dominguis, le ha recordado que “España no puede permitirse el lujo de perder una energía baja en carbono, estable y no dependiente”, y ha lanzado el órdago de que nuestras centrales no sólo no deben cerrar sino que hay que ampliar su vida útil de 40 a 60 años.

Cada central nuclear tiene un funcionamiento medio de 8.000 horas, mientras que el de una central de energía renovable (eólica o solar fotovoltaica) es de alrededor de 2.000 horas, es decir, cuatro veces menos

Los siete reactores españoles tienen una potencia instalada de unos 7.400 megavatios (7,4 GW) y no dependen ni del sol ni del viento, por lo que para reemplazarlos serían necesarios 29.600 (29,6 GW) solares fotovoltaicos o eólicos, según cálculos facilitados por Foro Nuclear, que este año celebra su 60 aniversario como representante de los intereses de la industria nuclear española. De 2027 a 2030, cuando se cerrarán los reactores de Almaraz I, Almaraz II, Ascó I y Ascó II, para sustituir sus algo más de 4.000 MW se necesitarían 16.000 MW renovables; y entre 2033 y 2035 cuando se cerrarían los reactores de Cofrentes, Vandellós II y Trillo -que suman algo más de 3.000 MW-, serían necesarios más de 12.000 MW renovables para reemplazarlos. Y es que cada central nuclear tiene un funcionamiento medio de 8.000 horas, mientras que el de una central de energía renovable (eólica o solar fotovoltaica) es de alrededor de 2.000 horas, es decir, cuatro veces menos.

En 2021, la energía nuclear generó el 21% de la electricidad en España, ligeramente por debajo de la eólica (23%), pero ojo, lo hizo con sólo el 7% de la potencia total instalada, mientras la eólica lo hizo con el 25%. De hecho, esta última elevó su potencia instalada a 28.138 MW, según datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Estas cifras ponen de manifiesto que la nuclear no sólo opera cuatro veces más horas que las renovables, sino que lo hace de forma estable y por tanto con mucha más calidad al no depender del tiempo, pero no sólo eso, sino que ocupa mucho menos terreno que molinillos y placas solares. Es decir, “tiene una huella física pequeña, usando menos espacio físico que otras energías”, refirió la semana pasada Sama Bilbao, directora genera de la Asociación Nuclear Mundial (WNA, por sus siglas en inglés), quien recordó que la nuclear se ha colocado como segunda fuente de generación del mix energético, tras diez años liderándolo, produciendo el 30% del total de la generación libre de emisiones y evitando las emisiones de más de 20 millones de toneladas de CO2 (¡tome nota, Ribera!).

España tiene 1.298 parques eólicos, con 21.574 aerogeneradores instalados. Y por ejemplo, ni siquiera Iberdrola con su planta de Núñez de Balboa (500 MW de potencia), la más grande de Europa, compensaría los reactores  de Almaraz

Y en relación a la huella física de las renovables, daremos algunos datos, porque en algunos pueblos se han empezado a quejar y también se han reducido algunas superficies de cultivo. España tiene 1.298 parques eólicos, con 21.574 aerogeneradores instalados. Y en solar fotovoltaica, por ejemplo, Iberdrola anunció el pasado noviembre tres nuevos proyectos en Extremadura -Arenales, con una potencia de 150 MW y otros dos en Almaraz que sumarán 80 MW-, mientras que los dos reactores nucleares de Almaraz tienen una potencia de unos 2.100 MW… y ni siquiera su planta de Núñez de Balboa (situada en Usagre, Badajoz), con 500 MW de potencia que la convierten en la más grande de Europa, compensaría la nuclear de Almaraz. Y por cierto, en la planta de Núñez de Balboa se ha intentado paliar un poco el efecto de la huella física: más de 1.200 ovejas pastan en sus terrenos.