Turquía tiene 81 capitales de provincia y el partido del presidente Recep Tayyip Erdogan, el islamista AKP, sólo logró mantener el gobierno municipal de 23 de ellas, tras perder hasta 15 ayuntamientos, en las elecciones municipales celebradas el domingo. El escrutinio aún no se ha cerrado, pero las variaciones, con el 80% contabilizado, si las hay, no serán significativas.

El gran triunfador fue el socialdemócrata Özgür Özel, del partido CHP, que ganó en 36 capitales, 14 más que en las elecciones de 2019, entre ellas, Bursa, la cuarta ciudad del país, Estambul y Ankara, que ya las ganó en los anteriores comicios.

El tercer partido en discordia, el prokurdo izquierdista DEM, ganó dos capitales más respecto a 2019 y gobernará en 10 ayuntamientos.

No deja de ser curioso que todo esto haya sucedido sólo diez meses después de que Erdogan volviera a ganar las elecciones generales -mayo de 2023- con el 52,5% de los votos, frente al 48% del partido socialdemócrata, tras unos meses complicados para el presidente, que llegó a estar diez puntos por debajo en las encuestas.

La oposición, que logró forzar por primera vez una segunda vuelta, se quejó entonces del apoyo que recibió Erdogan de los medios de comunicación públicos y privados. Ahora, sin embargo, tras el éxito en las municipales, ha preferido mostrar un tono conciliador, tal vez para evitar represalias por parte de Erdogan: “No hay perdedor con este triunfo. Nadie se debería sentir derrotado con nuestra victoria. Se ha premiado la buena gestión y castigado la mala”, afirmó Özel.

En cualquier caso, no se hagan ilusiones. Lo que importan, sobre otod en una autocracia, al frente de la cual se enceuntra un violento peligrosos como Recep T. Erdogan, son las generales, Y para eso queda mucho.