Giorgia Meloni lleva poco más de una semana siendo el Primer Ministro de Italia y ya se ha visto envuelta en más de una polémica. Al cambio de nombre de algunos de sus ministerios, se sumaba su deseo de ser llamada 'Primer Ministro' en lugar de 'Primera Ministra'.

Ahora Meloni continúa con las polémicas: la primera de ellas, económica. Su Ejecutivo, formado por Hermanos de Italia, la Liga y Forza Italia, ha decidido elevar el límite de los pagos en efectivo de los 2.000 euros actuales hasta unos 10.000 euros, medida que estará reflejada en los presupuestos que se están redactando actualmente. Este límite ha sido muy cuestionado por los italianos a lo largo de los años: en Italia son fieles al efectivo porque aseguran que los pagos electrónicos violan la privacidad al darse a conocer los hábitos de compra, y razón no les falta. Y es por eso por lo que Meloni no sería el Primer Ministro en subir el límite, que hace unos años estaba en 1.000 euros. La crítica de la izquierda no se ha hecho esperar: aseguran que el Gobierno Italiano "premiará" a los que lleven en un maletín 10.000, favoreciendo la evasión fiscal, pero Meloni se ha defendido, asegurando que en otros países como Alemania o Austria no existen este tipo de reglas y la evasión es "bajísima". Meloni afirmó además que poner un techo al efectivo solo "penaliza a los pobres" y que esto no tiene relación alguna "con el crecimiento de la economía sumergida".

Siguiente polémica, la 'fascista' Meloni trae la libertad y elimina la obligación de vacunación del personal sanitario: "El tema de la ciencia no se afronta con un enfoque ideológico, sino con evidencias científicas que sustenten las medidas", declaró Meloni en rueda de prensa, "En el pasado se han tomado innumerables medidas que no estaban basadas en la evidencia científica".

"Italia es la nación que ha adoptado las medidas más restrictivas, pero ha tenido las tasas de letalidad más altas. Algo no funcionó. El Covid se ha convertido en un tema de campaña electoral, se ha vuelto ideológico y esto no nos ha ayudado a tomar medidas efectivas y al que decía otra cosa se le señalaba como un monstruo", añadía Meloni. 

Esta medida, además de devolver la libertad de decisión al personal sanitario, tendrá otro efecto positivo, la reintegración de 4.000 sanitarios que fueron despedidos por negarse a vacunarse en un momento en el que se necesita profesionales de la salud en los hospitales. Además, Meloni aclaró que hay que avanzar, aboliendo el pase verde y la vacunación obligatoria: "Todo lo relacionado con la salud debe decidirlo la persona con su médico, no el burócrata con sus decretos".

La siguiente polémica viene de una respuesta viral de Meloni a la representante del Partido Democrática, Debora Serracchiani, del partido de Enrico Letta: “Una mujer presidente del Consejo es un hecho histórico para Italia, estamos contentos por eso, sin embargo, cultivo la esperanza de que una vez que gracias a su determinación, la idea de que este techo de cristal que se ha roto no se cierre con una política, que nos parece ver que quiere que las mujeres estén un paso por detrás de los hombres y se dediquen solo a la familia y los niños”, le reprochaba Serracchiani. 

La respuesta de Meloni no tardaba en crecer en visualizaciones en las redes sociales: “He oído que me gustaría que las mujeres estuvieran un paso por detrás de los hombres… señora Serracchiani, ¿cree que estoy un paso por detrás de los hombres?”, a lo que añadió “No sé de dónde ha sacado usted esta lectura, debo decirte que no estoy de acuerdo con ella. Esta mañana he hablado de trabajo, de bienestar, de una sociedad que no te obligue a elegir entre el trabajo y la maternidad. Por supuesto que también hablé del nacimiento y la familia”

¿Se dan cuenta de la cantidad de medidas fascistas que está aprobando Meloni? Libertad de pago, libertad de vacunación y libertad de decisión de la mujer...