Tras el derrumbe del Gobierno con la dimisión de Mario Draghi, el próximo 25 de septiembre serán las elecciones italianas, y todas las encuestas dan como favorita a la líder de Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia), Giorgia Meloni. 

La consigna de RTVE, lanzada desde Moncloa, y la que siguen el resto de medios, naturalmente, coinciden: ultra, fascista, admiradora de Mussolini, extrema derecha, ultraderechista o neofascista son los adjetivos más 'bonitos' que se pueden leer sobre Meloni. Muchos medios llegan a apuntar como un defecto su simpatía por otros líderes como Viktor Orbán, Trump, Santiago Abascal, o Mussolini.

¿La realidad? Para empezar, Meloni, tal y como recogimos en Hispanidad, es cristiana: "Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana... y no me avergüenzo de ello". Pero el discurso del Nuevo Orden Mundial imperante en una Europa decadente va calando poco a poco y ha conseguido que todo lo católico se convierta en ultra y fascista, y esto es lo que pasa con Meloni.

La líder italiana tiene claros sus principios no negociables: vida, familia natural y soberanía y, una vez más, sin complejos: "Sí a la universalidad de la cruz", "Sí a la familia natural", "Sí a la vida". Algo que también defendió en el Congreso: "¿Es justo que un cachorro de perro no pueda ser quitado del seno de su madre y eso se pueda hacer con un hijo de una madre desesperada que lo vende y es comprado por dos hombres ricos?” 

Estos principios lleva defendiéndolos durante toda su carrera, rechaza los argumentos de la ideología de género y trató que la ONU declarara el vientre de alquiler crimen universal.

Meloni lleva sus ideas a las propuestas de su partido, si echamos un vistazo al programa de Hermanos de Italia, encontramos un plan de apoyo a la natalidad, donde las guarderías son gratuitas, se plantean ayudas a la maternidad y ayudas a la compra de primeras viviendas para jóvenes. Además, incluye “protección firme de la propiedad privada y creación de un sistema de protección domiciliaria y evacuación inmediata de las viviendas ocupadas”.

Al contrario de lo que intentan vender los medios, melone defiende la inmigración siempre y cuando sea legas, y promueve "la inlusión social y laboral" en su programa. Algo compatible con el control de la inmigración ilegal, que al primero que perjudica es al inmigrante legal, Meloni propone “el fortalecimiento del funcionamiento de calles seguras, policía de barrio y videovigilancia” en las ciudades.

Hermanos de Italia defiende que la identidad nacional pasa por la protección de la naturaleza, y aboga por la "defensa concreta del medio ambiente y la belleza de la tierra" frente a la religión climática. "Mientras la izquierda habla de manifiestos ideológicos, nosotros abordaremos la protección del medio ambiente de forma seria, coherente, libre e innovadora, sin perjuicio del desarrollo económico y las nuevas tecnologías" apuntaba Meloni. 

Para hacer frente a la crisis energética, en su programa defiende la producción de energía mediante la creación de plantas de última generación y defiende "la energía nuclear limpia y segura, sin vetos preconcebidos",  y apuesta por el autoabastecimiento energético y "el pleno aprovechamiento de los recursos energéticos nacionales (…) a través de la reactivación y nueva construcción de pozos de gas natural".

En materia fiscal también muestra su fascismo y propone la reducción de la carga fiscal para las familias, empresas y trabajadores autónomos: "En nuestra opinión, sin embargo, es fundamental contar con un fisco solidario y para ello es prioritario actuar en la reducción de la cuña fiscal a favor de los trabajadores y en la reducción del impuesto de sociedades según el principio ‘cuánto más contratas, menos pagas’”. 

Meloni pone nervisoso al NOM y al feminismo, es mujer, cristiana, defiende la vida y la familia, una rebelde para el discurso políticamente correcto de nuestros días. Necesitamos más rebeldes como Meloni. Como han podido ver, es una fascista de mucho cuidado.

Y ojo, porque Manfred Weber, presidente del Partido Puplar Europeo (PPE), ha puesto algo de cordura a todas las mentiras que se dicen de Meloni, y ha asegurado que la coalición de centro derecha italiana, formada por Forza Italia, La Liga y Hermanos de Italia, "es una garantía para Europa" y que se "fundamenta en un programa que tiene un mensaje claro en los puntos que preocupan a Europa".