Xi Jinping, dictador de la República Popular China
China gestiona más de 100 “estaciones policiales” secretas en todo el mundo para vigilar, acosar y repatriar a sus ciudadanos en el exilio, según un informe del grupo de derechos humanos con sede en Madrid, Safeguard Defenders, citado por la CNN, recoge Infobae.
Safeguard Defenders publicó una primera revisión detallada sobre estas oficinas de la policía china en septiembre y reveló la existencia de 54 dependencias de este tipo. Ahora, se descubrieron otras 48. Las revelaciones sobre las comisarías han provocado investigaciones en al menos 13 países, detalló CNN.
La organización rastreó las desapariciones forzadas en China buscando en documentos oficiales chinos de libre acceso pruebas de presuntas violaciones de derechos humanos. La organización citó ejemplos concretos de un ciudadano chino que fue obligado a regresar a China desde Francia y otros casos de ciudadanos chinos devueltos a la fuerza desde países como Serbia y España, añade Infobae.
El director del FBI, Christopher Wray, declaró ante un Comité de Seguridad Nacional de los EEUU que estaba “muy preocupado” por las posibles comisarías chinas no autorizadas en las ciudades estadounidenses. “Es indignante pensar que la policía china intente instalarse, ya sabes, en Nueva York, digamos, sin la debida coordinación. Viola la soberanía y elude los procesos habituales de cooperación judicial y policial”, afirmó.
La organización citó ejemplos concretos de un ciudadano chino que fue obligado a regresar a China desde Francia y otros casos de ciudadanos chinos devueltos a la fuerza desde países como Serbia y España
Irlanda ordenó el cierre de una comisaría de policía china encontrada en su territorio, al igual que Países Bajos. Canadá ha emitido una advertencia de “cese y desistimiento” a China sobre las comisarías.
Por supuesto que el régimen de Beijing ha negado que las estaciones de servicio policial en el extranjero tengan algún papel de vigilancia. Sin embargo, la policía local de Qingtian declaró con orgullo que el “trabajo de la policía extranjera” iban desde “ayudar” a los compatriotas con el papeleo hasta “recopilar inteligencia”, añade Infobae.
Moritz Rudolf, miembro de la Facultad de Derecho de Yale y quien además, está investigando las implicaciones del ascenso de China en el orden legal internacional, dijo que estas estaciones policiales, también eran una pequeña parte de las ambiciones mucho más amplias de Beijing para hacer cumplir sus leyes fuera de su territorio, según publicó el medio británico, Financial Times.
Wang Jingyu, un disidente político chino quien se encuentra exiliado en los Países Bajos, denunció haber recibido múltiples llamadas de acoso desde números chinos que figuran como pertenecientes a una estación policial establecida en Fuzhou, China. “Me dijeron que fuera a la comisaría de policía en el extranjero de Róterdam para entregarme y que pensara en mis padres en China. No pensé que fuera real, ¿cómo podría haber una estación de policía china aquí?”, dijo Wang, recoge Infobae.