Doble cumbre europea: de ministros de Defensa y de ministros de Exteriores de la UE. Más sanciones a Moscú que ahora mismo ya significan bien poco.

En la inteligencia militar española, que no solo es el CNI, están preocupados. El debate podría resumirse en una cuestión: en el actual ambiente triunfalista por la eficaz resistencia de Kiev al Ejército rojo, Occidente duda: la derrota de Putin, o forzar su recambio ¿podría provocar una guerra nuclear iniciada por un Putin desesperado?

La OTAN vive entre sorprendida y preocupada por el fracaso de Putin en Ucrania. ¿Acelerar la entrada de Finlandia y Suecia es un error?

En Madrid, a Pedro Sánchez sólo le preocupa relanzar su papel como anfitrión pero la Cumbre de la OTAN a celebrar en la capital de España. Ahora bien, la OTAN, en Madrid, tendrá que decidir entre destruir a Rusia o atraerse a Rusia a Occidente. 

Esto último no lo hizo tras la caída del Muro de Berlín en 1989 pero debería haberlo hecho. Los estadistas occidentales de la Guerra fría no supieron leer aquel momento y continuaron considerando a Moscú como el enemigo, a pesar de que Rusia era y es Occidente. 

Y lo peor es que Estados Unidos continúa liderado hoy por un hombre de la Guerra Fría, más cercano a China e India -que nunca serán Occidente- que a Rusia. 

Y todo ello con una OTAN entre sorprendida y preocupada por el fracaso de Putin en Ucrania. Así, ¿acelerar la entrada de Finlandia y Suecia es un error? Porque el peligro de conflagración nuclear no es baladí.