A poco más de un año para las elecciones presidenciales, los grandes partidos comienzan a perfilar sus campañas. En el flanco republicano se acercan las primarias de principios de año, con un dominio abrumador del expresidente Donald Trump; por el bando demócrata, con el actual presidente Joe Biden como candidato casi confirmado, los estrategas de la formación progresista buscan minimizar el gran punto débil de su candidato: la economía.

Y de momento las cosas no van bien para el actual presidente, según un sondeo de la CNBC, los americanos suspenden de manera contundente su política económica. Casi un 60% de los estadounidenses desaprueban la gestión de la economía por el presidente Biden, por tan solo un 37% que valora positivamente la misma.

Todo ello, teniendo en cuenta que los demócratas han centrado sus esfuerzos en una campaña con el nombre de “Bidenomics” -término que en inglés combina el apellido Biden con la palabra economía- para vender los supuestos logros económicos del presidente demócrata.

Y lo más preocupante para el inquilino del Despacho Oval es que la misma encuesta refleja que los americanos consideran, por una diferencia que supera el doble dígito, que los republicanos gestionan mejor la economía que los demócratas… algo especialmente inquietante para Biden cuando queda poco más de un año para las elecciones presidenciales.

La misma encuesta de la CNBC refleja que los americanos consideran, por una diferencia que supera el doble dígito, que los republicanos gestionan mejor la economía que los demócratas…

La inflación sigue siendo el principal problema para los estadounidenses. Un 30% indica este elemento como la principal de sus preocupaciones. Sobre esta cuestión, llama la atención que el 81% de los republicanos considera que su partido lidiaría mejor con la inflación, por solo un 57% de los demócratas que cree lo mismo con respecto a su propio partido.

La percepción de la mala salud de la economía es generalizada. Un 79% considera que la economía del país no va bien, y tan solo un 24% considera que mejorará el año que viene, por un 43% que cree que empeorará, percepción que juega en contra del actual presidente que se enfrenta a la reelección en poco más de un año.

La cuestión no es baladí, la economía suele ser el factor decisivo en los comicios presidenciales. Recuerden la célebre frase de “es la economía, estúpido”, que utilizó en las presidenciales de 1992 el entonces candidato demócrata Bill Clinton, frente al presidente republicano George H. W. Bush, quien se presentaba a la reelección, y que culminó con el demócrata en la Casa Blanca, con una campaña centrada en la economía.

Ni toda la propaganda de la progresía mediática puede ocultar la desastrosa gestión económica del presidente Biden…