Regreso triunfal de Donald Trump. Las bases republicanas le señalan como único candidato posible para las elecciones presidenciales de 2024
Frente al relato expuesto en la Convención Nacional Demócrata sobre la América de hoy, nación oscura y racista, la Convención Republicana se ha formulado en positivo y ha supuesto un rearme ideológico del Partido Republicano, apuntalando la defensa de sus valores fundamentales de libertad, seguridad, vida y propiedad privada.
En la primera jornada de la Convención, la Primera Dama, Melania Trump, realizó un brillante discurso, donde ensalzó los valores familiares. Frente al radicalismo promovido desde las filas demócratas y por parte de su antecesora, Michelle Obama, Melania afirmó que “no quería usar su discurso para atacar a sus contrarios, porque lo que vimos en la Convención Nacional Demócrata la semana pasada, solo sirve para dividir el país”. Melania aprovechó para ensalzar la figura de su marido como presidente y no dudó en afirmar que sería la persona que mejor protegería a las familias estadounidenses. Adicionalmente, recordó que América es una nación abierta que permite alcanzar el sueño americano a cualquier inmigrante. Así, recordó su propia historia personal, dado que emigró a los Estados Unidos, desde su Eslovenia natal y comparó la libertad de la que goza en Estados Unidos, en contraposición con la dictadura comunista de la zona URSS, donde transcurrió su infancia y juventud.
Melania Trump recordó que América es una nación abierta que permite alcanzar el sueño americano a cualquier inmigrante y también recordó su propia historia personal
Frente al panorama sombrío descrito por los demócratas de Biden, los oradores republicanos expusieron su propia trayectoria personal. En primer lugar, el senador afroamericano por Carolina del Sur, Tim Scott, afirmó que el propósito del tándem electoral demócrata Joe Biden y Kamala Harris, es crear una revolución cultural y convertir a EEUU en una utopía socialista. Así, contraviniendo el mantra demócrata de que América es racista, Scott recordó que el sueño americano sigue vigente y defendió que su familia es un paradigma de ello, ya que su abuelo recogía algodón en las plantaciones del sur de EEUU y él es ahora senador, precisamente en un Estado sureño.
En el mismo sentido, se pronunció el también afroamericano y Fiscal General de Kentucky, Daniel Cameron quién denunció la hipocresía demócrata con respecto a la comunidad afroamericana. Así, recordó que fue precisamente el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, quién en una entrevista en el programa the Breakfast Club del presentador afroamericano Charlamagne, afirmó: “Te diré que si tienes un problema para saber si estás conmigo o con Trump, entonces no eres negro”. También trajo a colación las declaraciones de Biden de que “no existía diversidad alguna en la comunidad afroamericana”. En relación con esta última afirmación, Cameron interpeló directamente a Joe Biden afirmando “Señor exvicepresidente, míreme. Soy negro y republicano, no todos los negros somos iguales. Yo no estoy encadenado como pretende usted. Mi mente es libre”.
Tim Scott denunció que el tándem Biden-Harris quiere convertir EEUU en una utopía socialista y Daniel Cameron denunció la hipocresía demócrata respecto a la comunidad afroamericana
En el mismo sentido, se pronunció la exembajadora ante las Naciones Unidas y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, de origen indio, quién afirmó que es mentira que América sea una nación racista, afirmando que “tengo el orgullo de decir que soy hija de inmigrantes indios, que llegaron a América y se instalaron en un pequeño pueblo sureño. Mi padre llevaba turbante y mi madre sari. Y ello no me ha impedido ser gobernadora y embajadora en este país”.
Los relatos de todos estos relevantes políticos ponen en entredicho el mantra demócrata de América como nación racista. Sobre todo, porque resulta difícil de explicar cómo la misma nación que eligió como presidente durante ocho años a un afroamericano, haya devenido en xenófoba. Pero, no lo duden, si Biden es elegido presidente, América de nuevo dejará de ser racista de la noche a la mañana, gracias a los demócratas.
En materia de política exterior, destacó la intervención del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, en un histórico emplazamiento como Jerusalén, donde ensalzó la actuación del Presidente Trump frente a las dos grandes amenazas para el mundo occidental: el comunismo chino y el islamismo radical. En relación con el islamismo, Pompeo recordó que cuando Trump llegó a la Casa Blanca, el grupo yihadista Estado Islámico, controlaba un territorio en Siria superior al de países como Reino Unido. Ahora, sin embargo, se halla cerca de su total eliminación. También recordó que el Presidente ha frenado las aspiraciones iraníes de tener armamento nuclear y ha cumplido su promesa electoral de trasladar la Embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén. De igual manera, denunció el silencio mediático frente al histórico acuerdo de paz alcanzado entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, gracias al esfuerzo negociador de la Administración Trump, y que puede suponer un avance decisivo para lograr la ansiada paz entre Israel y el mundo árabe.
Mike Pompeo ensalzó la actuación del Presidente Trump frente a las dos grandes amenazas para el mundo occidental: el comunismo chino y el islamismo radical
Sin embargo, el grueso del discurso de Pompeo fue en relación con la amenaza de China. El jefe de la diplomacia estadounidense denunció las vulneraciones de derechos humanos cometidas por el régimen comunista chino y recordó la opacidad de China en relación con la pandemia del COVID 19. En relación con la amenaza que supone China para el mundo libre, destacó la intervención del activista y exiliado Cheng Guangcheng quien afirmó que: “El Partido Comunista Chino es un enemigo para la humanidad. Aterroriza a su gente y condena a prisión a todo aquel que expresa creencias contrarias al comunismo. El Presidente Trump lucha contra el autoritarismo chino y necesitamos que otros países se unan a esta lucha, porque es una lucha por nuestro futuro”. Conviene recordar que Cheng fue arrestado en China por denunciar la política del hijo único y la práctica salvaje de abortos forzados en el gigante asiático. Se refugió en la Embajada de Estados Unidos en Pekín y tras arduas negociones diplomáticas logró obtener asilo en Estados Unidos, con la oposición del Gobierno Chino, que aún hoy sigue amenazando la integridad de Cheng.
En materia de vida, la Convención Republicana, confirmó el compromiso del partido y de la Administración Trump de luchar abiertamente contra el aborto. Así, destacó la intervención del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, quién defendió el derecho a la vida como la esencia de Estados Unidos. En la misma línea, se manifestó Abby Johnson, antigua empleada del grupo abortista Planned Parenthood reconvertida en activista provida y la monja y misionera católica Sor Deirdre Byrne, que defendieron que Donald Trump es el presidente más provida de la historia de Estados Unidos. Dicho extremo fue confirmado por el propio Presidente Trump en su discurso. En el mismo, afirmó que los demócratas no pueden enseñar nada acerca de moralidad, dado que no protegen a los más vulnerables, que son los no nacidos. Y recordó que Biden ha llegado a apoyar los abortos en el noveno mes de embarazo incluso hasta el momento del nacimiento. Finalmente, en esta materia, concluyó afirmando que “todos los niños, nacidos y no nacidos, tienen el derecho a la vida otorgado por Dios”.
Mike Pence al igual que Abby Johnson, antigua empleada del grupo abortista Planned Parenthood, y la monja y misionera católica Sor Deirdre Byrne, defendieron la vida
Vamos con Mike Pence. El Vice denunció la amenaza existencial a la que se enfrenta Estados Unidos en caso de resultar victorioso Joe Biden. En esta línea, Pence comenzó matizando que “no estamos ante unas elecciones más, en que se dilucide si tendremos un gobierno más conservador o más progresista, sino que lo que se dilucida en estas elecciones es si América sigue siendo América”.
El Vicepresidente no dudó en desenmascarar a Joe Biden, al calificarle como un caballo de troya de la izquierda radical que, bajo la apariencia de ser un centrista moderado, esconde una agenda radical liberticida. Pence afirmó que los valores de Estados Unidos son la libertad, la propiedad privada, el inalienable derecho a la vida y el libre mercado. Valores que se verían destruidos por una Administración Biden-Harris. El Vicepresidente hizo especial hincapié en el mensaje de la Casa Blanca de ley y orden, y no dudó en afirmar que los violentos manifestantes que están causando saqueos, derribos de estatuas y en general, el caos a lo largo y ancho del país, serán detenidos y puestos a disposición de la justicia. Así, garantizó que la Administración Trump protegerá el orden público y defendió la actuación de las fuerzas policiales, criticando el movimiento para eliminar la financiación de la policía, promovido por la corriente antisistema del Partido Demócrata y amparada por el candidato Joe Biden. Pence culminó su discurso afirmando que “los estadounidenses no estarán seguros en la América de Biden”.
Pence afirma que los violentos manifestantes que están causando saqueos, derribos de estatuas y en general, el caos a lo largo y ancho del país, serán detenidos y puestos a disposición de la justicia
Pero el momento estelar de la Convención fue el discurso del Presidente y candidato a la reelección Donald Trump. El Presidente comenzó su discurso, en clara alusión al movimiento radical revisionista promovido por los demócratas, homenajeando a los grandes presidentes de Estados Unidos. Así, reivindicó el legado, entre otros, de Abraham Lincoln, Thomas Jefferson y Theodore Roosevelt. Continuó en un tono positivo, recordando todos los acontecimientos del pasado que la nación superó gracias a su unidad, y afirmó que también con unidad se vencerá a la pandemia. En un tono más premonitorio y en la misma línea que el Vicepresidente Pence, Trump alertó que “Esta es la elección más importante de la historia de nuestro país. Nunca antes, los votantes se han encontrado ante una elección tan clara entre dos partidos, dos visiones, dos filosofías y dos agendas. Esta elección decidirá si queremos salvar el sueño americano, o si permitimos que una agenda socialista destruya nuestro futuro”. También quiso poner de manifiesto la hipocresía demócrata de calificar a América como una nación oscura y racista, cuestionando cómo los demócratas pueden pedir la dirección de un país, que pretenden destruir. En un todo más trascendental, cuestionó que los demócratas se erijan en salvadores del país a través de la política, dado que en “América solo ponemos nuestra fe en Dios todopoderoso” y advirtió que “Biden no es el salvador del alma de EEUU, sino el destructor de la grandeza americana”. También recordó que los demócratas, cada vez más abanderados del laicismo radical han retirado la mención “a nation under god” (Una nación ante Dios) en los juramentos, si bien les recordó que por mucho que quieran eliminar a Dios, no podrán, por cuanto tienen su origen en él.
Trump no teme citar a Cristo: "En América solo ponemos nuestra fe en Dios todopoderoso"
En el plano programático, prometió que continuaría cumpliendo su programa económico basado en reducir impuestos y recuperar la industria estadounidense y señaló a China como la principal amenaza para EEUU en todos los ámbitos. De igual modo, advirtió que protegerá a los estadounidenses de los violentos manifestantes que están causando el caos en el país, y que se incrementará la financiación de la policía, en clara contraposición al movimiento promovido por la rama antisistema del Partido Demócrata y patrocinado por Joe Biden. Continuó apostando decididamente en el plano educativo por el cheque escolar, y denunció la hipocresía de los líderes demócratas que niegan la facultad de elegir el colegio por los padres y defienden la educación pública, al mismo tiempo que matriculan a sus hijos en los colegios privados elitistas más caros del país.
Más reclamaciones que sólo ocurren en Estados Unidos: los republicanos apuestan por el cheque escolar
De nuevo, el tándem electoral, Trump-Pence, da en la clave. No estamos ante unas elecciones más, sino ante las elecciones definitivas que dirimirán si EEUU sigue siendo una nación libre o si pasa a estar sometida al pensamiento único. Y reparen en que los valores ,expresados por le vicepresdiene Pence convierten a los republicanos en uno de los escasos países del mundo que responden a los cuatro principios no negociables de Benedicto XVI para un católico en politica: vida, familia, libertad de enseñanza y bien común.