En Colombia, un juzgado ha declarado culpables a once miembros del terrorista Ejército de Liberación Nacional (ELN) por haber reclutado forzosamente a unos 60 niños y y adolescentes -24 chicas y 36 chicos- entre los años 2002 y 2019. 

Reclutar forzosamente a menores de edad es un delito calificado como crimen de guerra en el código penal colombiano. 

La pena se conocerá en febrero del año que viene.

Cabe recordar que el ELN es un grupo terrorista colombiano ideológicamente más marcado que las propias FARC. En el origen del ELN se encuentra la teología de la liberación, por lo que, en su desarrollo, influyeron sacerdotes. 

El contexto de esta condena judicial a esos once miembros del ELN es la debilidad interna y externa en la que se encuentra su actual presidente, el ultraizquierdista Gustavo Petro. 

En el exterior, Petro protagoniza un enfrentamiento con el presidente de EEUU, Donald Trump, quien ha tenido duras palabras contra él. Por ejemplo, el domingo 19 de octubre, el inquilino de la Casa Blanca anunció la suspensión inmediata de "cualquier forma de pago o subsidio a Colombia", tras acusar a Petro de ser un "líder del narcotráfico".

Trump denunció que "la producción masiva de drogas se ha convertido, con diferencia, en el mayor negocio de Colombia, y Petro no hace nada para detenerlo". Además, el presidente de EEUU lo calificó como "un líder poco reconocido e impopular" y le instó a "cerrar de inmediato los campos de exterminio" que representan las zonas de producción de droga o si no Estados Unidos "los cerrará por él, y no será bonito".

Poco después, Trump volvió a cargar contra Colombia, país al que acusó de ser "una guarida de drogas, y lo ha sido durante mucho tiempo". "Colombia es muy mala". Refiriéndose al presidente colombiano Gustavo Petro, Trump no tuvo contemplaciones: es un "matón y mal tipo que produce mucha droga" y le amenazó con tomar "medidas muy severas contra él y su país" si no se calla. 

Y es que el presidente estadounidense lo tiene claro: va a combatir al narcotráfico procedente de Centroamérica y Sudamérica, especialmente de Venezuela y Colombia, por tierra, mar y aire, y tanto en el Atlántico como en el Pacífico.

Y para ello va a utilizar recursos y armamento militar en legítima defensa, pues, como ha explicado Hispanidad hoy, es legítima defensa actuar, incluso en aguas internacionales, contra los narcos si estos usan medios militares, incluidas lanchas de última generación o incluso submarinos. 

En ese debate, la 'ministra' de Exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas, aprovechó la cumbre Europa-CEPAL para asegurar que el derecho internacional sólo admite la violencia en legítima defensa o cuando así lo decide el Consejo de Seguridad de la ONU. 

Pero Trump lo justifica así: "Cada uno de esos barcos que ven derribados -y estoy de acuerdo, es algo terrible- mata a 25.000 estadounidenses. Cada barco derribado mata a 25.000 personas por el narcotráfico y destruye familias en todo el país (EEUU)". 

En represalia por estas palabras de su homólogo estadounidense, Petro suspendió el Tratado de Libre Comercio con EEUU y llamó a consultas a su embajador. 

De esta manera, Colombia se suma aún más al triángulo rojo de Hispanoamérica que forman Cuba, Venezuela y Nicaragua.