En esta crónica semanal sobre Hispanoamérica, recogemos noticias destacadas acaecidas en la región compuesta por países hermanados en la Hispanidad (que tienen en común su fe cristiana, su cultura y su lengua y cuya patrona es la Virgen del Pilar). 

Empezamos esta semana en Chile, donde el actual Gobierno del izquierdista y 'progre' Gabriel Boric trata de desarrollar políticas contrarias a la ley natural, como la ideología de género, el aborto y ahora también la eutanasia. 

En este momento, el presidente chileno Gabriel Boric impulsa un proyecto de ley para aprobar la eutanasia que se encuentra en tramitación en el legislativo del país.

Ante ese proyecto, la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa, las Iglesias Evangélicas y Protestantes, la Comunidad Judía y la Comunidad Musulmana difundieron una declaración conjunta en la que rechazan la eutanasia, ya que «la vida humana es sagrada e inviolable en todas sus etapas» y, en consecuencia, «cualquier intento para legalizar la eutanasia vulnera derechos humanos esenciales y contradice la tradición judeocristiana, así como los valores éticos compartidos por nuestras creencias. No somos dueños de la vida; somos custodios de un don sagrado que debe ser protegido hasta su fin natural».

“Llamamos a los legisladores a adoptar una ley integral de cuidados paliativos que garantice los elementos esenciales descritos, sin confundirlos con la eutanasia, usando adecuadamente los recursos materiales y humanos de que dispone el Estado para ello, dando así cumplimiento a la garantía constitucional del Artículo 19, número 9 de la Constitución de la República de Chile que establece: 'el Estado garantiza la seguridad social y la salud, y la protección de la vida y la integridad física y moral de las personas’”, añaden.

Y concluyen: “Las Confesiones Religiosas que firman esta Declaración, hacemos un llamado a la conciencia de los miembros del Senado y de la Cámara de Diputados, para que rechacen cualquier proyecto de ley que legalice la eutanasia”.

Nuestro siguiente destino es México, donde la presidencia en este momento la ostenta la ‘progre’ Claudia Sheinbaum, perteneciente al partido Morena, una formación política ultraizquierdista e indigenista empeñada igualmente en implantar en todo el país políticas contrarias a la ley natural, como la ideología de género o el aborto. 

En ese contexto, el partido Morena facilitó recientemente, por medio de su senador masón Francisco Chíguil, que la masonería celebrase un evento en esa cámara legislativa, recogió Zenit.  

En ese evento, los masones organizaron charlas y rituales, lo que generó una tremenda polémica en el país, ya que, por un lado se define como laico y, por otro lado, como consecuencia, ese tipo de actos ‘confesionales’ están prohibidos en los organismos oficiales. 

A todo ello se suma la ‘mala prensa’ que la masonería tiene en el país azteca, dada su influencia en la política nacional por medio del partido PRI. 

Nos vamos a Uruguay, donde ostenta el poder un ejecutivo izquierdista, presidido por Yamandú Orsi, también interesado en implantar políticas contrarias a la ley natural

En este país, concretamente, el nuevo ejecutivo pretende aprobar la eutanasia para personas con enfermedades terminales, incurables e irreversibles. Hispanidad ya había contado que el nuevo presidente quería abrir la puerta a la eutanasia.

El proyecto continúa su tramitación en el legislativo del país, promovió por el partido gobernante, Frente Amplio. Y esta semana fue aprobada por la Cámara de Diputados por 64 votos a favor y 29 en contra. Ahora debe seguir su tramitación en el Senado. 

La legislación permitiría la eutanasia a personas mayores de edad “que padezcan una o más patologías o condiciones de salud crónicas, incurables e irreversibles que menoscaben gravemente su calidad de vida, causándole sufrimientos que le resulten insoportables”. Dos profesionales de la salud deberán avalarla.

Frente este proyecto contra la vida, la Iglesia católica sigue advirtiendo de su carácter perverso y de sus nefastas consecuencias. Esta semana, el Arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, intervenía en la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, donde señaló que “la posición de la Iglesia es bien conocida, que es en defensa de la vida y es contraria al proyecto de ley de eutanasia”, recoge Aciprensa. 

Este proyecto, añadió, “en lugar de contribuir a valorizar la vida, contribuye a pensar que hay vidas descartables y por eso creemos que es fundamentalmente negativo”. 

“Obviamente que habrá siempre situaciones muy dolorosas, muy dramáticas, que las respeto totalmente”, aclaró, pero añadió que “esta ley va mucho más allá de lo que serían las situaciones más dramáticas, que a veces se presentan para tener argumentos para aprobarla”.

La ley de eutanasia, explicó, abre “un camino de pendiente resbaladiza”, donde “se abren muchas puertas que a veces no se tienen en cuenta a la hora de defender el valor de la vida humana”. Lo que hay que instaurar, consideró, son “los cuidados paliativos: cuidar, respetar, amar, atender a las personas”.