En esta crónica semanal sobre Hispanoamérica recogemos noticias destacadas acaecidas en la región compuesta por países hermanados en la Hispanidad (que tienen en común su fe cristiana, su cultura y su lengua y cuya patrona es la Virgen del Pilar). 

Nuestro primer destino de esta semana es México, cuyo contexto es la presidencia de la ‘progre’ Claudia Sheinbaum, perteneciente al partido Morena, una formación política ultraizquierdista empeñada en implantar en todo el país políticas contrarias a la ley natural, como la ideología de género o el aborto. 

Además, como ha venido contando Hispanidad, tanto el Gobierno del anterior presidente, el ultraizquierdista Andrés Manuel López Obrador (que ejerció entre 2018 y 2024) como el de su sucesora, Claudia Sheinbaum, han fracasado en sus políticas para combatir el crimen organizado, muchas veces vinculado a las narcobandas. López Obrador y Sheimbaum son partidarios de aplicar la política de “abrazos, no balazos” contra los delincuentes, un buenismo que aprovechan estos para campar a sus anchas y cometer todo tipo de delitos.

La iglesia católica no deja de hacer llamamientos al crimen organizado para que cese sus actividades criminales. 

El último en hacerlo fue Mons. Ramón Castro, obispo de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), dirigiéndose a estos delincuentes: “Permitan que Dios los transforme y que el mal perpetrado al prójimo no eche a perder su vida ni su conciencia”, recogió Aciprensa

Mons. Castro pidió a los criminales que “vuelvan a la comunidad de la que se han apartado (...) Encontrarán siempre en la Iglesia una madre con los brazos abiertos y un padre que hace fiesta. Vean a sus paisanos, vean a sus amigos que sufren”. “No dejen que las redes del mal los asfixien. Se puede vivir de otra manera. El dinero sucio que obtienen por la extorsión, la droga, el crimen, corrompe y genera muerte y tarde o temprano los esclavizan”, añadió. 

El Obispo de Cuernavaca recordó el papel fundamental de la familia: “Es en la familia donde aprendemos a ser buenos seres humanos, donde aprendemos los valores de nuestra vida, donde aprendemos lo que es la paz y es la justicia”. “Por eso, la familia es insustituible en la educación de la paz y la profundidad del ser humano”.

Nos vamos a Venezuela donde, como es bien sabido, los venezolanos vienen padeciendo una cruel dictadura socialista-comunista desde 1999, año en que llegó al poder Hugo Chávez, y hasta la actualidad, con su sucesor, Nicolás Maduro, que cometió un pucherazo electoral el 28 de julio de 2024 para perpetuarse en el poder, pese a haber perdido las elecciones ante el candidato opositor Edmundo González Urrutia, tal y como demostró la oposición en esta página web

En estos 26 años, Venezuela ha sufrido un proceso de deterioro en todos los ámbitos, por supuesto en el político -con esa cruel dictadura que pisotea los derechos humanos-, pero también en el ámbito social y económico, lo que ha provocado que muchos venezolanos hayan huido del país. 

Entre las excentricidades del actual dictador chavista figura su obsesión por adelantar las fechas navideñas, que si en el resto del mundo se celebran en torno al 25 de diciembre, fecha en la que se conmemora el Nacimiento del Hijo de Dios, en Venezuela volverá a adelantarse al 1 de octubre. 

La razón que esgrime el sátrapa es económica: “Vamos a aplicar la fórmula de otros años que nos ha ido muy bien para la economía, para la cultura, para la alegría, para la felicidad, (...) desde el 1 de octubre arranca la Navidad en Venezuela”. 

El año pasado, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) respondió a Maduro: “La Navidad es una celebración de carácter universal que conmemora el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. El modo y el tiempo de su celebración competen a la autoridad eclesiástica, que vela por mantener el verdadero espíritu y significado de este acontecimiento de riqueza espiritual e histórica, pues marca el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo”, recoge Aciprensa.  

En Chile, el contexto es que el actual Gobierno del izquierdista y 'progre' Gabriel Boric también trata de desarrollar políticas contrarias a la ley natural, como la ideología de género, el aborto y ahora también la eutanasia. 

Así, por ejemplo, el Gobierno anunció recientemente que va a presentar un proyecto de ley para legalizar el aborto hasta las 14 semanas de gestación. Desde 2017, el aborto es legal en Chile bajo "tres causales": riesgo para la vida de la madre, inviabilidad del feto bajo riesgo de muerte y embarazo por violación. Al margen de estos casos, el aborto sigue siendo delito.

Asimismo, el presidente chileno Gabriel Boric ha impulsado un proyecto de ley para aprobar la eutanasia, que fue aprobado en la Comisión de Salud del Senado recientemente. El proyecto de ley -que ahora pasa a ser tramitado en el Congreso- propone la eutanasia para personas “conscientes y lúcidas”, mayores de 18 años, con una enfermedad “grave e incurable” o en estado “terminal”, con sufrimientos “persistentes, intolerables y sin alivio posible”. 

En ese contexto, el Arzobispo de Santiago, Cardenal Fernando Chomali, señaló: “Chile es un país laico, lo sabemos, pero ello no significa que los creyentes tengamos que guardar silencio cuando vemos amenazados los fundamentos de la democracia y del Estado de derecho, sobre todo cuando se pretende aprobar leyes claramente injustas como el aborto y la eutanasia, porque atentan contra quienes el Estado debiese cuidar y proteger celosamente, los más débiles”.