En Chile, gobierna Gabriel Boric, presidente ultraizquierdista
A cuatro días de la votación de la Constitución chilena, el medio colombiano Semana ha tenido acceso a un sondeo realizado por la firma Pulso Ciudadano-Activa, según informa La Gaceta de la Iberosfera. Según los datos de la encuesta, la opción "Rechazo" cuenta con una victoria contundente con el 48,9% de los electores mostrando su oposición a la nueva Constitución, frente al 32,7% que la "Aprueba", el 13,2% se mantienen indecisos. A la vista de los resultado, el "Rechazo contaría con una ventaja de 16 puntos porcentuales.
Con la llegada del marxismo de género y el indigenismo a Chile, con su líder Gabriel Boric a la cabeza, la cosa se pone seria. Boric es una pieza más de laboratorios ideológicos de la izquierda, como Foro de Sao Paulo o Grupo de Puebla, brazos ejecutores del Nuevo Orden Mundial, que busca extender el comunismo, el aborto y la ideología de género.
Y la nueva Constitución chilena cumple con el objetivo, basada en cinco grandes pilares: ideología de género, feminismo, indigenismo, comunismo y ambientalismo.
En Hispanidad ya repasamos algunos de los artículos más polémicos de nuevo texto normativo. Chile sería un Estado plurinacional, intercultural, regional y ecológico, una república solidaria de democracia inclusiva y paritaria y con una relación indisoluble con la naturaleza.
se establecen como fines de la educación: "el bien común, la justicia social, el respeto de los derechos humanos y de la naturaleza, la conciencia ecológica, la convivencia democrática entre los pueblos, la prevención de la violencia y discriminación, así como la adquisición de conocimientos, el pensamiento crítico, la capacidad creadora y el desarrollo integral de las personas, considerando sus dimensiones cognitiva, física, social y emocional".
Además, establece en su artículo 40 que "Toda persona tiene derecho a recibir una educación sexual integral, que promueva el disfrute pleno y libre de la sexualidad; la responsabilidad sexoafectiva; la autonomía, el autocuidado y el consentimiento; el reconocimiento de las diversas identidades y expresiones del género y la sexualidad; que erradique los estereotipos de género, y que prevenga la violencia de género y sexual".
Por supuesto, ideología de género y aborto, artículo 61: "Toda persona es titular de derechos sexuales y reproductivos. Estos comprenden, entre otros, el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción".
Artículo que continúa en su epígrafe segundo: "El Estado garantiza su ejercicio sin discriminación, con enfoque de género, inclusión y pertinencia cultural; así como el acceso a la información, educación, salud, y a los servicios y prestaciones requeridos para ello, asegurando a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, un parto y una maternidad voluntarios y protegidos. Asimismo, garantiza su ejercicio libre de violencias y de interferencias por parte de terceros, ya sean individuos o instituciones".
Capítulo aparte tiene el ambientalismo. En concreto, además de incontables menciones en el texto, cuenta con el Capítulo III: Naturaleza y Medio Ambiente, de las páginas 45 a 51. Entre alguno de los artículos encontramos referencias como: "La naturaleza tiene derecho a que se respete y proteja su existencia, a la regeneración, a la mantención y a la restauración de sus funciones y equilibrios dinámicos, que comprenden los ciclos naturales, los ecosistemas y la biodiversidad" o "La ley podrá establecer restricciones al ejercicio de determinados derechos para proteger el medioambiente y la naturaleza". A lo largo de todo el texto encontramos de manera reiterada la protección indigenista, hasta 78 veces encontramos la palabra indígena en el documento, se protege su identidad, su medicina, su autonomía y su idioma.
Parece que el rechazo a todas estas barbaridades cuenta con un amplio rechazo, Chile parece despertar de la deriva comunista y abortista en la que estaba inmersa.