
Mark Carney se proclamó el domingo como nuevo líder del Partido Liberal de Canadá, formación del todavía primer ministro Justin Trudeau, con el 85,9% de los votos. No conviene confundirse, porque aunque se llame liberal, el partido de Carney y Trudeau no tiene nada de liberal -no defiende la propiedad privada pequeña sino las grandes corporaciones- y mucho de progresismo capitalista.
Carney, que sustituirá a Trudeau como primer ministro y presumiblemente convocará elecciones en el país, fue gobernador del Banco de Canadá (2008-2013) y, atención, gobernador del Banco de Inglaterra (2013-2020). ¿Un canadiense al frente del Banco de Inglaterra? Así fue. Él acudió a la llamada del ‘rival’ y dejó el banco de su país.
La victoria de Carney ha sepultado las opciones de Chrystia Freeland, que sólo obtuvo el 8% de los votos en las primarias. Freeland pasó de ser el mayor apoyo de Trudeau -fue viceprimera ministra y ministra de Finanzas- a dejar el gobierno en diciembre… por discrepancias con su jefe. Y es que mientras Trudeau era partidario de recuperar su maltrecha popularidad a base de subvenciones públicas, Chrystia le propuso centrar sus esfuerzos económicos en contrarrestar los aranceles anunciados entonces por Trump.
Canadá también aplica aranceles a EEUU, una recaudación que se utilizará, según Carney, para ayudar a los trabajadores canadienses. “En el comercio, como en el hockey, Canadá ganará”, afirmó Carney.