Decíamos en Hispanidad que al presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, hay que reconocerle algo: tiene la gran y maravillosa habilidad de sacar de quicio a todo el progresismo con su mera presecia... y esto se agradece. Una de sus últimas actuaciones del republicano fue en la 80.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde pese a la 'fortuita' avería en el teleprompter y en la escalera mecánica, el republicano abroncó a todos los líderes europeos. 

Y en la ONU, los diplomáticos estadounidenses han seguido dando la batalla, demostrando el más que evidente giro de la Casa Blanca: se acabó el woke, el aborto y la ideología de género

Ya lo vimos hace unos meses en un evento que conmemoraba la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing, la representante estadounidense Bethany Kozma planteó la pregunta: “¿Debemos celebrar el éxito cuando ONU Mujeres, la principal organización de la ONU centrada en las mujeres, después de todos estos años, todavía no puede simplemente definir a una mujer?”.

En la misma línea, el Gobierno de Estados Unidos está votando en contra de todas las resoluciones que plnatea la ONU y que considera ideológicas, derrochadoras o contrarias a la política exterior «America First» (Estados Unidos primero) de la Administración Trump.

"Estados Unidos se centra en que la ONU vuelva a lo básico, cumpliendo con su misión fundamental de mantener la paz y la seguridad internacionales", aseguraron diplomáticos estadounidenses, y se espera que la tendencia permanezca.

Por lo que toda resolución que los diplomáticos estadounidenses consideran que se desvía hacia cuestiones alejadas de la paz y la seguridad, como serían el clima, el género o la migración, será rechazada. "No prestaremos nuestro nombre a resoluciones que reciclan año tras año las mismas cuestiones divisivas o irrelevantes".

"La ONU existe para ayudar a los países a resolver problemas, no para imponer una gobernanza global". "Es hora de una reforma audaz. Los contribuyentes estadounidenses merecen ver resultados. Y también lo merece la población mundial".

Y ante las críticas por esta decisión, los americanos han contestado: "Para que quede claro, Estados Unidos no está abandonando el sistema multilateral. Estamos decididos a hacer que funcione como se pretendía. Eso significa alejarse del multilateralismo ideológico e inflado y avanzar hacia reformas prácticas que hagan que esta institución sea más ágil, más eficaz y responsable ante las naciones que la financian. Damos la bienvenida a los socios que estén dispuestos a emprender ese viaje con nosotros".

"Estados Unidos está dispuesto a colaborar con cualquier nación que comparta nuestro objetivo: restaurar el propósito fundacional de la ONU y garantizar que ofrezca resultados reales a las naciones y los pueblos a los que sirve. Estamos dispuestos a cooperar en cuestiones, soluciones y reformas de interés común".