Decíamos en Hispanidad que al presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, una cosa hay que reconocerle: tiene la gran y maravillosa habilidad de sacar de quicio a todo el progresismo con su mera presecia... y esto se agradece. La última fue la 80.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde pese a la 'fortuita' avería en el teleprompter y en la escalera mecánica, el republicano abroncó a todos los líderes europeos. 

Y en el mismo foro es donde EE.UU. ha criticado la ideología de género. Lo cuenta Friday Fax: ha sucedido en una histórica conferencia de mujeres de la ONU, donde la representante americana ha criticado al organismo por confundirse sobre lo que es una mujer. 

En un evento que conmemoraba la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing, la representante estadounidense Bethany Kozma planteó la pregunta: “¿Debemos celebrar el éxito cuando ONU Mujeres, la principal organización de la ONU centrada en las mujeres, después de todos estos años, todavía no puede simplemente definir a una mujer?”.

Ante presidentes, primeros ministros, reinas, primeras damas y representantes de todos los niveles de gobiernos nacionales, Kozma no dudó en seguir la línea de la administración Trump, y destacó la prioridad profamilia del Gobierno americano, afirmando también que el sexo biológico no es solo un hecho científico, sino un aspecto de la creación divina.

"La realidad biológica se basa en la verdad científica y se confirma por la verdad universal de que fuimos dotados por nuestro Creador, quien nos creó "varón y mujer". La Administración Trump está restaurando y reafirmando la verdad de la realidad biológica y defiende con vehemencia a las mujeres, a las familias y a los valores que hacen a Estados Unidos más fuerte que nunca".

Señaló que los padres, y no el Estado, tienen el derecho supremo de determinar qué se debe enseñar a sus hijos, y que la educación sexual integral al estilo de la ONU "constituye una violación de los derechos parentales".

"Lamentablemente, las tasas de natalidad se están desplomando en muchas zonas del mundo, incluido Estados Unidos. La unidad familiar está en crisis y se está desvaneciendo. Estados Unidos comprende el papel vital que desempeña la familia en la vida y el desarrollo de un niño. El presidente Trump cree que los padres, tanto madres como padres, no los gobiernos, saben cómo criar mejor a sus hijos y crear una sociedad próspera. Como dijo el vicepresidente Vance: «Creemos que Dios creó al hombre y a la mujer con un propósito. Queremos que prosperen como hombres y mujeres jóvenes». La dilución del valor que poseen únicamente hombres y mujeres ha llevado a la rápida erosión de los derechos parentales en todas nuestras instituciones. Las madres y los padres deberían, en última instancia, tener la responsabilidad de decidir qué se les enseña a sus hijos, y el concepto de educación sexual integral (EIS) constituye una violación flagrante de los derechos parentales".

"Importante. La Administración Trump se compromete a apoyar a las familias, promover la salud de las mujeres y proteger a los niños en todas las etapas de la vida, desde la concepción, reafirmando que no existe un derecho internacional al aborto".

Declaraciones apoyadas por gobiernos como el de Hungría que señaló que la definición de familia está siendo atacada por una ideología de género extrema y destacó algunas de las políticas húngaras para garantizar que las familias no tengan que elegir entre tener hijos y evitar la pobreza. 

En contraste, varios gobiernos emitieron declaraciones advirtiendo sobre la "reacción negativa" a los avances feministas y se refirieron a las mujeres "en toda su diversidad", lo que se ha convertido en un eufemismo común en la ONU para incluir a los hombres que afirman ser mujeres. Por ejemplo, Suecia insistió en que "defender la salud y los derechos sexuales y reproductivos es vital" y mencionó explícitamente el "aborto seguro y legal". España se declaró "orgullosamente feminista" y mencionó su reciente ampliación del derecho al aborto. Islandia, Nueva Zelanda y Brasil hicieron hincapié en los derechos LGBTQ+ en sus declaraciones.