El hartazgo del varón acusado no presagia nada bueno
La última moda de lenguaje político madrileño dice así: "infierno probatorio", al rebufo de la chapuza de Irene Montero con su ley de Libertad Sexual o Sólo el sí es sí, que incluso ha alarmado al PSOE más 'tolerante' de los últimos años. Se nos dice que la palabra de la mujer es palabra de Dios y que no puede ser puesta en duda, ergo no tiene necesidad de probar sus acusaciones. Si lo dice la mujer es verdad, porque "yo sí te creo, hermana".
A Sanchez le importan un bledo los agresiones contra la mujer: lo que le importa es mantenerse en La Moncloa gracias al feminismo, convertido en corrección política
La culpa de este desafuero es de Irene Montero... pero sobre todo de Pedro Sánchez, que ha hecho del feminismo un arma electoral. Quien sea el culpable poco importa, lo reconozco.. no hay que buscar culpas sino causas, pero lo cierto el reconcomio generalizado, marca de la sociedad española actual, espejo de nuestro tiempo, está directamente relacionado con las salvajadas legales impuestas por la perspectiva de género y por un feminismo que ha generado una mujer agobiada y amargada, en lucha permanente con un varón que renuncia a su responsabilidad como padre, que desprecia a la familia, esa célula de resistencia a la opresión, porque está hasta el gorro de ser el malo de la película. Por cierto, este feminismo necio pero imperante está, también, detrás de la causa, de la caída acelerada de la natalidad y del consiguiente invierno demográfico español.
Ahora sí, el machismo resurge, en su peor forma: el varón elude su responsabilidad respecto a la mujer y le abandona a su soledad. Dos tipos de varón: los 'feministos' que dan coartada a la necedad feminista y los que renuncian a la paternidad
¿Infierno probatorio? ¿De qué estamos hablando? Lo que Echenique llama infierno probatorio es aquello por lo que debe pasar todo acusador, en cualquier instancia penal o civil: que el acusador pruebe aquello de lo que acusa al presunto inocente.
Lo otro sería acabar con la presunción de inocencia, base de la justicia y consagrar la impunidad femenina, además de otro golpe a la libertad de expresión... y a la verdad: una perversión de la democracia.
Porque a Sanchez le importan un bledo los agresiones contra la mujer: lo que le importa es mantenerse en La Moncloa gracias al feminismo, convertido en corrección política.
La única solución está en la ironía: todo es poco más que algo menos. Al feminismo hay que tomárselo a coña y castigarle en las urnas; tanto al feminismo de izquierdas como al de derechas
Y ahora sí, el machismo resurge en España y en su peor forma: la del varón que, harto de tanta monserga, elude su responsabilidad respecto a la mujer y le abandona a su soledad. Hoy hay en España dos tipos de varón: los 'feministos' que dan coartada a la necedad feminista y los que renuncian a la paternidad y se alejan cada día más de la mujer. Y los obsesos del sexo que tienen otros medios que el amor para satisfacer su animalidad.
La verdad es que la única solución parece ser la ironía: todo es poco más que algo menos. Al feminismo hay que tomárselo a coña y castigarle en las urnas; tanto al feminismo de izquierdas como al de derechas. Y sobre todo, tomárselo a coña, porque el asunto es grave pero nada arreglamos royéndonos el hígado.