El Tribunal Supremo confirmó su sentencia: los expresidentes de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán y Manuel Chaves conocieron y permitieron la creación y el mantenimiento del "sistema fraudulento" de los ERE. Por lo que Griñán era condenado a seis años de cárcel, algo que el ex presidente de la Junta de Andalucía ha intentado evitar por todos los medios

Cuando la Sala daba 10 días a Griñán para entrar en la cárcel, éste alegaba padecer un cáncer de "alto riesgo", por lo que no podía entrar en prisión porque necesitaba tratamiento hospitalario de manera urgente para evitar su expansión. El informe médico que encargó el propio Griñán aseguró que no debía entrar en la cárcel: podría suponer un derrumbe psicológico y necesita "apoyo familiar y social". Por lo que el ex presidente andaluz se libraba de entrar en la prisión. 

Ahora Griñán ha vuelto a someterse a otra revisión y el Instituto de Medicina Legal (IML) ha remitido a la Audiencia Provincial de Sevilla un nuevo informe sobre su estado, en el que reconoce que tiene una "enfermedad muy grave" y que se deberá recurrir a servicios hospitalarios externos a la prisión para el tratamiento de la misma, estima que necesita un "apoyo familiar y social" y que desde prisión tendría "dificultades" para seguir el tratamiento. 

A su llegada a la sede judicial, José Antonio Griñán aseguraba que "las enfermedades son privadas", por lo que exigía ser "respetado": "Uno debe mantener la confidencialidad de las enfermedades y hay que saber respetarlas".

La Audiencia de Sevilla ha dado tres días a la Fiscalía y a la acusación particular para que se pronuncien sobre este nuevo informe médico emitido por los forenses para decidir sobre su ingreso en prisión para cumplir los seis años de condena. 

El pronunciamiento de la Fiscalía es clave para dictar o no el ingreso en prisión, pero con el plazo dado por la Audiencia, dicha decisión llegará después de las elecciones del domingo, evitando, una vez más, la foto del expresidente entrando en prisión en año electoral. Como hemos comentado en Hispanidad, al PSOE se le está complicando la campaña electoral, con supuestas tramas de compra de votos por toda España. Si la decisión de la Fiscalía hubiera llegado antes de las elecciones, hubiera sido el golpe definitivo a la campaña. 

El socialismo, una vez más, toma por tontos a los españoles y sigue haciendo gala de la impunidad que les caracteriza: sólo hay que recordar el caso de Eduardo Zaplana, ministro de Trabajo del PP, que fue condenado por diversos delitos y el cual tuvo que entrar en prisión pese a padecer un cáncer.

Y es que ya sea mediante indulto, rebaja de penas por malversación o enfermedad, de una forma u otra, parece que Griñán se salvará de entrar en prisión.