La pregunta que, a día de hoy, ya en campaña electoral para el 23-J, hay que hacerle a Alberto Núñez Feijóo, presunto ganador, es la siguiente: ¿Va a cambiar el PP las leyes de aborto, eutanasia, trans, vivienda, bienestar animal, etc.?

O, por el contrario, ¿va a hacer lo mismo que Rajoy con ZP: no cambiar nada y dedicarse a gestionar?

Afortunadamente, la Ley de familias de la ilustre Ione Belarra, ha quedado en el aire.

La cuestión no es baladí, por cuanto la tibieza de los populares, el rasgo y el sesgo más nauseabundo y hediondo, que provoca Feijóo parece conducir justamente a eso. El ejemplo arquetípico lo tenemos muy fresco: el PP impugna ante el Tribunal Constitucional la ley de aborto libre de Zapatero y una vez llegan al poder, Rajoy le pide la TC que nunca jamás dictamine sobre la constitucionalidad de la norma... ¡sobre su propio recurso! 

Por contra, el venenoso Conde-Pumpido, a las órdenes de Sánchez, en cuanto consiguió renovar el Tribunal Constitucional decidió en sentido opuesto, claro está, en cuestión de días y vulnerando todas las normas de funcionamiento del TC. Señores: cuando se quiere, se puede.

Por tanto, don Alberto: ¿va a usted a derogar, nada más llegar a La Moncloa, las salvajadas, aberraciones y barbaridades del Sanchismo, desde la ley del día es sí, la ley Trans, la Eutanasia a la nueva ley de aborto? Porque si ahora mismo no nos promete que va a hacer eso... no deberíamos votarle. Y no lo hará, hablamos de más centro-reformismo, más moderación, más tibieza, más cobardía... todo lo que define al PP de los últimos 23 años.