La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha propuesto que a fondos de inversión como BlackRock se les vete la entrada al accionariado de empresas estratégicas del país: "Esos fondos de inversión, desde nuestro punto de vista, tendrían que tener prohibida la intervención en los sectores estratégicos de un país".

"Hay que atarlos en corto, porque la única ideología que tienen estos fondos de inversión, estos fondos buitre, es su dinero"

Belarra, muy astuta ella, ha alertado de la estrategia de este fondo de inversión, a los que ha calificado como "sanguijuelas de los bienes comunes": "ir comprando poco a poco los sectores estratégicos de un país" hasta acabar mandando "mas que muchos que se presentan a las elecciones". 

Muy noble la advertencia de Belarra, pero quizás llega un poco tarde, teniendo en cuenta que el fondo que dirige Larry Fink, o como lo llamamos en Hispanidad, el colonizador del Ibex, está en las 35 empresas que forman el selectivo español, aunque sólo en 20 de ellas (incorporando a este grupo a Naturgy, tras comprar GIP, fondo que tenía un 20% de la energética) con una participación superior al 3% (el nivel mínimo que la CNMV obliga a declarar).

Dicho en otras palabras, Belarra va tarde, muy tarde, BlackRock ha colonizado no sólo el Ibex, sino el Mercado Continuo. 

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