En el mes de abril de 2021, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez cerró el traspaso al País Vasco de la gestión de las tres cárceles vascas. Aunque tuvo efecto el 1 de octubre de ese mismo año.  

Se hacía así realidad una de las reivindicaciones del PNV, que logró a cambio de apoyar a Pedro Sánchez en diversas ocasiones: moción de censura para sustituir a Rajoy, presupuestos del Estado, etc.

En octubre de este año, Hispanidad se hacía eco de las denuncias de los funcionarios y sindicatos sobre el caos de la gestión del PNV en las tres prisiones vascas. Los trabajadores denunciaban que tras la cesión «no se ha mantenido el nivel de eficacia en las funciones» que el servicio que tenía con anterioridad.

Los sindicatos ELA, CCOO y CSIF calificaban como un «año horrible». «Los pilares del modelo penitenciario del actual Gobierno vasco pasan por utilizar mucho tiempo en hacer publirreportajes, privatizar la ejecución de las penas, regando de dinero público a las entidades sociales y abandonar y maltratar a los actuales trabajadores penitenciarios», recogió El Mundo.

Desde que el Gobierno vasco del PNV gestiona las prisiones vascas, se han producido 437 peticiones de presos para mudarse a esa región española. De ellas, han sido rechazadas 222 -entre los cuales se encuentran ocho exmiembros de la banda terrorista ETA- y autorizadas 178, de las cuales 81, es decir el 6%, corresponden a presos de ETA.

En consecuencia, desde el 1 de enero de 2021 en las cárceles vascas hay 1.562 reclusos, es decir 272 más. El 8,9 % del total, son presos de ETA, esto es, 139.

Y es que, según explicaba esta semana la consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, en este momento las tres prisiones vascas no pueden acoger a más internos porque sus cárceles están llenas.

Para dar solución a este problema de espacio, se ha tratado de llevar a parte de los presos a otras comunidades autónomas, pero el número de personas sigue siendo menor que los presos que son trasladados a Euskadi, informa Antena 3.

Además, Artolazabal tras defender su modelo penitenciario, desvelaba que el Ejecutivo vasco ha concedido ya 502 terceros grados, entre ellos 32 a reclusos etarras, añade Crónica Vasca.