En Extremadura, en las últimas elecciones autonómicas celebradas en mayo de 2023, el PSOE del fallecido Guillermo Fernández Vara obtuvo 28 escaños, los mismos que el PP de María Guardiola, que pudo gobernar gracias a un pacto en el que Vox aportó sus cinco diputados autonómicos. Por su parte, Unidas por Extremadura consiguió 4 escaños. 

La mayoría absoluta en la Asamblea extremeña se sitúa en los 33 escaños de un total de 65. 

Hoy El Mundo publica una encuesta de Sigma Dos, recogida por Electomanía, que da al PP entre 29 y 30 escaños. 

Al PSOE, entre 24 y 26.

A Vox, entre 7-8

Y a Unidas por Extremadura, entre 3 y 4. 

En consecuencia, la actual presidenta, María Guardiola (PP), que ha convocado elecciones para el domingo 21 de diciembre, volvería a necesitar a Vox para ser investida y también para gobernar, aunque sea con acuerdos puntuales y no con un pacto de legislatura.

En el lado de la izquierda, la candidatura del socialista extremeño Miguel Ángel Gallardo, procesado por el caso de la fabricación de un puesto de trabajo 'ad hoc' para David Sánchez -hermano del presidente del Gobierno- se deja tan solo unos tres escaños. 

Lo cual es vergonzoso: que un partido que se ha demostrado tan corrupto como el PSOE siga sacando 25 escaños da una idea de hasta qué punto muchos ciudadanos votan lo mismo por costumbre (por forofismo) y les dan igual los escándalos políticos. Porque recuerden que Gallardo trató de saltarse la investigación de la juez Beatriz Biedma consiguiendo un "aforamiento exprés" haciéndose con un acta de diputado regional, cosa que el TSJ de Extremadura tumbó por “fraude de ley”. 

Pero a la gente le da igual y seguirán votando al PSOE pese a la sinvergonzonería de semejante representante político como es Gallardo.