Gran subasta de ofertas. Gabriel Rufián, como su mismo nombre indica, acaba de superar a Yolanda Díaz 'Motomami': pide que todos los sueldos por debajo de los 3.100 euros vean incrementado su salario según el IPC, que ahora anda por encima del 10%. Lo pide ERC y seguro que el PSOE se lo piensa.

Naturalmente, a Rufián ni se le ha pasado por las mientes reducir las cuotas sociales que gravan el empleo, es decir, lo que el empresario le paga directamente al Estado -o sea, al Gobierno- y que aumentan con los salarios. 

Exigir una subida de salarios y de los impuestos que conlleva esa subida es genial: primero porque no lo pagan los políticos con dinero público (que sigue siendo el dinero de los demás, de los contribuyentes) sino los empresarios. Y encima se les fuerza a pagarles más impuestos a los políticos, los mismos que suben los salarios.

¿A qué es genial?