Velaba, ¿más que velaba?
¿Alguien a quién había amado y amaba,
y era que estaba dormida,
o se había ido al terminar la vida?
¿O en una garita fría velaba,
para proteger lo que dentro había?
¿O era en la ladera de un monte
mientras al que velaba
frente a la milenaria ciudad, oraba,
sabiendo que pronto moriría?
¿O lo que velaba era algo
que esconder debía,
porque su conocimiento,
saber no se podía?
Sería causa de sufrimiento
para aquellos a quienes más quería.
¿Velar o desvelar, dar o no dar
a conocer el bien y el mal?
Desde el principio, esta fue la cuestión.
Y es que, el hombre es un velo
por el pecado desdibujado,
y velada imagen demostrada
de soberbia, el hombre es un velo,
más no deja de ser, de Dios, el velo.