Las tienen siempre en la boca:
la transparencia de sus actos,
que son de vida ejemplar,
y las exigen a los demás.
Practican con fervor el nepotismo,
y con un descaro sin par,
mienten sin descanso, ni ritmo,
y sus palabras, ni un centavo valdrán.
 
Da igual que prometan o juren;
si sus intereses lo requieren,
no les importará perjurar.
Lo mismo que sus acciones,
si es eficaz, las ocultarán.
Son hipócritas compulsivos,
de la transparencia enemigos,
¡y, qué decir de la ejemplaridad!
 
Las tienen siempre en la boca,
ellos nunca las cumplirán,
y a los demás, sin respeto, las exigirán.