Decíamos que la necedad crece entre los activistas ecológicos en todo el mundo y llegan nuevas muestras. Unos se pegan al asfalto, a riesgo de perder la mano (como se vio en otro caso) y otros bloquean carreteras.

Claro que no todos acaban detenidos por la policía. A veces, como ha pasado en Reino Unido, se detiene a quien empuja al activista que bloquea la carretera y le impide ir a trabajar. Es el mundo al revés.

Eso sí, aún quedan ejemplos de cómo los policías deben actuar con los activistas climáticos que cortan carreteras.