Asegura la número dos del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, que la última vez que viajó a Washington, capital de EEUU, le preguntaron por el éxito de su “receta de política económica”, que está llevando a España a una situación “tan positiva” frente a nuestros vecinos, que todavía no han encontrado el camino de la felicidad.

La pregunta es inevitable: ¿Es una pose, o Calviño se lo cree de verdad? Porque los datos están ahí: la economía española es la única de la eurozona que todavía no ha recuperado el nivel previo a la pandemia y sus fundamentos no invitan al optimismo, con una deuda pública disparada y cada vez más cara por la subida de tipos, y una tasa de paro (12,8%) líder en la OCDE.

Precisamente, la supuesta buena marcha del empleo fue uno de los argumentos utilizados por Calviño el jueves, durante la entrega de los Premios de Periodismo de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), celebrada en el Banco de España, para reclamar a la prensa “espacio” para las buenas noticias. “Hay una primacía del enfoque negativo”, se quejó la ministra, que, además, deleitó a los presentes con una buena dosis de cursilería: “Cada vez que se dice: vamos a hablar de los datos de parto, yo creo que hay un ángel que se muere, que pierde las alas, porque lo importante es la creación de empleo, lo importante es la afiliación a la Seguridad Social, lo importante son los datos de ocupación de la EPA”. ¡Qué bonito!