Más sobre la foto de la vergüenza. La rendición de Sánchez y no en Breda
Más sobre la foto de la vergüenza de Pedro Sánchez que no es una, sino dos.
Insisto: hay gente con mucho talento en Internet. Vean la siguiente imagen, recreación del cuadro de las lanzas, de la factoría Velázquez, sobre la “foto de la vergüenza” de Pedro Sánchez con la proetarra Merche Aizpurúa. Sï, con este personaje que, cuando la Guardia Civil liberó al secuestrado a Ortega Lara, como directora que era del diario proetarra Egin, tuvo la miseria de titular: “Ortega Lara vuelve a la cárcel”.
Ahora, Sánchez la recibe con honores de cámara televisiva, simplemente porque necesita sus votos para seguir apoltronado en Moncloa. Y por eso, se recibe hasta a una proetarra. Dicho de otra forma: que el PSOE festeja a los secuestradores de Ortega Lara pero ni tan siquiera acepta recibir o hacer una oferta con Vox… el partido de Ortega Lara. Sánchez: ¿dónde está el límite de tu vergüenza?
El cuadro coloca a Puigdemont como el general Spínola, el vencedor de Breda, la llave de los Países Bajos. Porque la primera foto de la vergüenza de Sánchez era la instantánea con Aizpurúa pero la segunda, durante la misma jornada del Puente del Pilar, un día después de la Fiesta Nacional Nacional española, con Miriam Nogueras, otra señora con muy mala uva pero esta vez indepe catalán, no vasca, representante del prófugo cobardón Carlos Puigdemont. Vamos, que no es una foto de la vergüenza, son dos fotos de dos vergüenzas paralelas pero distintas, las vergüenzas de don Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Sí, a esa vergüenza que es el presidente del Gobierno en funciones le han votado 7,8 millones de españoles el 23 de julio. Pero esta no es la vergüenza de Sánchez, es la vergüenza nacional.