
Israel se vengará de España vía Marruecos, al que está armando contra España, con el apoyo entusiasta de Estados Unidos, que no soporta a Sánchez
La corrupción más importante de Sánchez es la corrupción moral, no económica. El problema del inquilino de Moncloa no es el séptimo mandamiento sino el octavo (yo se lo recuerdo, don Pedro: no dirás falso testimonio ni mentirás): la impostura permanente, hasta llegar al cinismo y la corrupción mayor de todas: la de la egolatría.
Ahora bien, cada vez que el presidente se ve asolado por la corrupción desvía el tiro, El miércoles, con la ayuda de Gabriel Rufián, que como su mismo nombre indica es su principal aliado en el Congreso de los Diputados, Sánchez adoptó su postura doliente -señal inequívoca de que se dispone a propalar una injuria embustera- y calificó a Israel como Estado genocida, lo que provocó otro escandalera diplomática.
Hasta ahora, solo la tiralevitas de Margarita Robles (¿quién te ha visto y quién te ve, Margarita) había proferido el adjetivo genocida entre los hermanos socialistas, que no entre los primos del PP.
Hombre, calificar como genocida al pueblo que ha sufrido el mayor genocidio de la era moderna, tiene su aquel.
Pedro Sánchez sobre Israel: “Nosotros no comerciamos con un estado genocida”. pic.twitter.com/890kcI2E5t
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) May 14, 2025
Es verdad, ya lo hemos dicho en Hispanidad, que aunque Israel no empezó el conflicto y aunque los malnacidos de Hamas continúan reteniendo a rehenes judíos, Netanyahu debe ofrecer una salida a los gazaríes, la que sea, pero una salida. Ahora bien, no son lo judíos los que quieren terminar con los musulmanes, sino justo al revés: son los musulmanes quienes pretenden eliminar a los judíos, los verdaderos genocidas.
Y sí: esto es una guerra de religión.
Por tanto, hablar de genocidio israelí en el Congreso de los Diputados sólo es una forma de desviar de nuevo la atención. Para entendernos, a don Pedro le importan un pepino los gazaríes. Simplemente está jugando su papel para ser fiel a su único credo: la permanencia en Moncloa el mayor tiempo posible, a costa de lo que sea.
Es una estupidez calificar a Israel como Estado genocida. En primer lugar, no es justo; en segundo lugar, no es conveniente. Israel se vengará de España vía Marruecos, al que está armando contra España, con el apoyo entusiasta de Estados Unidos, que no soporta a Sánchez. Primer objetivo: Ceuta y Melilla; segundo, Canarias; tercero, toda España. Con eso es con lo que sueña nuestro peor enemigo, el gran amigo de Pedro Sanchez, el venenoso Mohamed VI.
En cualquier caso, ¿Israel, Estado genocida? ¿Y con eso qué consigues, Pedro?