Decía mi padre, hombre del siglo XX, que cuando quieren tomarle al pueblo por imbécil le llaman pueblo soberano. Pues bien, cuando un hombre quiere burlarse de las mujeres se hace feminista, e incluso dice aquello de "nosotros y nosotras, españoles y españoles, gilipollas y gilipollos".

Justo en ese momento, una legión de mujeres idiotas, que también las hay, enarbolan la bandera feminista y secundan a ese varón estafador y con un poco de suerte le rinden pleitesía. 

Tras los casos Errejón, Monedero, y en breve Pablo Iglesias, tenemos tres buenos ejemplos: feministos, progresistos... y más salidos que 'el pico un queso'.  

Y luego están las feministas que braman contra el caballero mientras se comportan como verdaderas adoradoras del macho alfa. 

Si España fuera un país serio no admitiría ni una chorrada feminista más... ni el relato del Sanchismo, de Podemos y de Sumar. Y el discurso del feministo Pedro Sánchez se vendría abajo

Si España fuera un país serio no admitiría ni una chorrada feminista más... ni el relato del Sanchismo, ni el de Podemos y el de Sumar. Y el discurso del feministo Pedro Sánchez, se vendría abajo.