Una madre pide ayuda en Change.Org porque su hijo ha sido captado por una secta piramidal bitcoin. O sea, pasamos del blanqueo de dinero a las sectas. Y sigan contando.

Llamo neodemocracia a la democracia mitificada, tan en boga hoy en día. Pero lo más importante es la naturaleza del bitcoin y demás criptomonedas, propiamente dicho. Insisto: la moneda es autoridad y la autoridad no puede residir en una máquina infalible sino en el hombre falible. Una ecuación matemática no puede decidir el valor de las cosas porque la máquina es necia y el negocio confunde valor y precio. 

Pero lo más grave es lo que hemos denunciado en Hispanidad desde hace más de un año. En lugar de prohibir tajantemente la inversión en criptomonedas o, al menos, dejar bien claro que quien quiere invertir en monedas virtuales se arriesga a perderlo todo y que nadie va a estabilizar su “inversión, lo cierto es que las autoridades económica y monetaria se han callado y lo cierto es que las autoridades han hecho el ridículo.