El bitcoin representa una economía circular que, como la economía de la sostenibilidad ecológica, tan alabada, no es que vuelva al origen o proteja las especies: sólo vuelve a empezar, sólo vuelve a la caverna: no conozco otra definición mejor de círculo vicioso. 

Como todo organismo o actividad inútil vive para sí mismo. 

El bitcoin nació el 31 de octubre de 2008. Al principio era una realidad clandestina, propia de 'friquis'. Ahora, con diez años de vida en el mercado, su volumen, uno de los pocos datos fiables de los que disponemos alrededor de las criptomonedas más famosas, andamos por los 2,8 billones (con 'B' de Barcelona) de volumen de negocio... que más que negocio es especulación pura y dura.

¿Qué es especulación? Aquello que, si desapareciera de la noche a la mañana, no pasaría absolutamente nada

¿Qué es especulación?, me preguntan siempre los progres de derechas. Pues especulación es aquello que no pasaría nada si desapareciera de la noche a la mañana. Ninguna otra variable económica tiene este efecto. Su desaparición conlleva consecuencias. La especulación, ninguna. Es la diferencia entre economía real y especulación.

Pues bien, leo un artículo titulado "El Banco de España se prepara para la cripto-regulación", firmado por Cristina Ruiz, una periodista solvente y me dan ganas de responder al Banco de España: ¡A buenas horas, mangas verdes!

Pero no es el único problema del bitcoin y el resto de las monedas virtuales. El Bitcoin es, sobre todo, la economía de la nada: una moneda para especular y un instrumento para delinquir. Nadie responde por él, porque sólo sirve para que lo que ayer me costó cinco hoy pueda venderlo por 7.

Nadie responde del bitcoin pero, sobre todo, no vale para nada sino para hacer mal. Por ejemplo: para blanquear dinero 

Nadie responde del bitcoin pero, sobre todo, no vale para nada sino para hacer mal. Por ejemplo: para blanquear dinero. Es la economía de la nada, una burla siniestra de la llamada economía circular, que no es volver a empezar sino dejar de producir, es decir, de crear.