Nuestra nunca bien loado ministro Albares se enorgullece de que España se ha adherido al Fondo Mundial para la Igualdad, otra mamandurria ONU por la que gobiernos y empresas deben aportar fondos para los programas LGTBI, en calidad de "socio donante". O sea, la pasta, la guita, el parné.

Y pobre de aquella empresa, entidad social o individuo, que se niegue a pagar el impuesto revolucionario: será tildado de homófobo, acusado de delito de odio y, mayormente, puteado.

¿Quién será el que se atreverá a decir en voz alta que el emperador va desnudo?